Porque sí, hermana, hay gente que huele a garnacha y otras que huelen a “seguro ella es fresa”.
Si quieres pertenecer al segundo grupo sin venderle tu alma al dermatólogo, aquí van unos hacks que te van a dejar brillando (pero no por grasa, sino por gloriosa iluminación femenina).
1. Chía: el cereal de los pechos
Las semillas de chía no solo sirven para ponerle actitud a tu overnight oats. También te ayudan a subir el estrógeno. ¿Traducción? Más curvas, más delantera, más chichi power. Agrégalas a tus licuados y deja que la naturaleza haga su magia hormonal.
2. Faciales de agua fría: la terapia más barata del planeta
¿Tienes ojeras, cara inflamada o cara de “no dormí porque lloré toda la noche”? Agarra hielos, agua fría, métete la jeta un ratito. Fin. No es broma. Mejora la circulación, desinflama, te sube el ánimo y te da ese glow tipo “me la pelan todos”.
3. Jugo de arándano: el bodyguard de tu vientre
Este juguito tiene más beneficios que tu ex excusas. Desinflama el abdomen, blanquea la piel, previene infecciones urinarias y además ayuda a quemar grasita. ¿No quieres tomarlo diario? Ah, pero sí tres litros de Coca con hot dogs.
4. Agua con limón en ayunas: el detox de las que ya no se tragan excusas
Ayuda a limpiar tus órganos, desinflama, fortalece defensas, mejora la digestión y te aclara la piel. Solo necesitas agua tibia, limón y no tenerle miedo al baño porque sí… activa todo.
5. Mascarilla de arroz: la botox del tercer mundo
Hierve arroz, guarda el agüita, haz pasta con un poco de leche o yogur. Te la pones y BAM. Rostro de porcelana. Aclara manchas, controla grasa, suaviza y te da esa cara de “ella no llora, factura con su piel”.
6. Cambia tu funda de almohada (aunque no duermas con nadie)
¿Sabías que tu cara se friega por dormir sobre la misma mugre? Cámbiala cada 3 días o mínimo una vez a la semana. Usa fundas de satín y dile adiós a las líneas, a los granos y a ese look de “me desperté en una bodega”.
7. Usa bloqueador aunque esté nublado, feo y tu día también
El sol no se cancela porque estés triste. Si no usas protección solar, olvídate de verte joven a los 30. Aplícalo diario y reaplica como si tu dignidad dependiera de eso.
8. Cepíllate el cuerpo (sí, el cuerpo)
Se llama dry brushing, no está tan de moda como las decepciones, pero FUNCIONA. Estimula circulación, elimina células muertas y te deja la piel que ni exfoliante coreano. Hazlo en seco antes de bañarte. Te sientes rica sin gastar como rica.
9. Toma agua, pero en serio
No la de la maruchan. AGUA. Natural. La de siempre. Te quita ojeras, te suaviza, te hace hacer pipí bonito y le da paz a tu piel. Literal, es como decirle al cuerpo: “Sorry por tanto odio, te quiero otra vez”.
RECUERDA: No tienes que oler a millonaria, solo no oler a sobaco con ansiedad. La limpieza, la belleza y el glow interior no cuestan tanto, pero sí requieren consistencia
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