Aún no puedo dejar de pensar en el último contacto que hizo mi piel en tu piel, tu dulce sabor y tu mirada. Cada lunar en tu espalda y tu cabello alborotado jugando a seducirme entre besos y risas, esa sonrisa que yo sé lo que significa lo que dice y lo que provoca.
Recuerdo muy bien cómo tus manos jugaban a quererme conocer un poco mejor y cómo tus labios daban entrada a tanta pasión que me hace estremecer y querer que esa sensación y el momento duraran para siempre.
Tu silueta tan perfecta aún esta grabada en la memoria de mis dedos junto a lo suave de tu piel, esa piel que guarda los secretos de cada beso, caricia, mordida y roce que te entregué con tanta sincera pasión.
La falta del calor de tu cuerpo me hace estremecer y recordar con anhelo lo dulce y amargo de nuestro íntimo encuentro. Hoy tengo que aceptar que ya no estás conmigo y que lo único que me queda de ti es esa inolvidable experiencia de estar cobijada por tus brazos y el calor de tu cuerpo.
¿Acaso será cierto que lo prohibido sabe mejor? Si es así, no me importaría correr el riesgo con tal de repetir aquel sentimiento que contigo sé que vale la pena sentir sin importar las consecuencias.
Por: Lime Core