¿Sientes que tu profe te odia? Así puedes dejar de caerle mal

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Quieres puntos extra, pero no quieres que te digan “la barbie lamebotas”. Aquí está el manual para ser la favorita sin perder la dignidad:

Llámalo por su nombre (nivel respeto fancy)

Todos “profeeee, teach, missss”. Tú sueltas un “Profe Ramírez” con tono chill y zas, la atención es tuya. Los profes también son egos con patas. (pero siempre con respeto, nada de la “maestra chuky” o el “profe 3 pelos”)

Finge interés por sus historias random

¿Su gato se llama Einstein? ¿Su sobrino toca el ukulele? Te vale tres pepinos, pero tú asiente, suelta un “wow” y haz cara de iluminada. Funciona!!

Haz silencio estratégico

No digo que seas santa, pero cuando él hable, cállate. En un salón lleno de gritos, la alumna estatua brilla como oro. Y en calificaciones… la sonrisa siempre va para la que le cuidó la paz mental.

Dale estética a tu tarea (con meme incluido)

No necesitas tesis nivel Harvard, solo portada bonita o un meme de gatito en la esquina. El profe se ríe, te etiqueta como “creativa” y pum, tu 8.5 mágicamente parece 9.

Participa una vez, pero con punch

Nada de “yo, yo, yo”. Espera tu momento y suelta algo tipo: “Vi justo eso en un TikTok”. Profe feliz, tú favorita. No es cantidad, es timing.

Hazte ver como team player

Un día ayudé a una morra (se fue a extras) el profe me pescó de reojo. En la siguiente entrega, mi 9.5 fue 10. Coincidencia, no lo creo. A los profes les encantan las mini-madres Teresa (sin exagerar).

No necesitas regalar plumones ni vivir en primera fila. La clave es simple: escuchar, aportar con gracia, entregar bonito. Ser la favorita sin ser bárbara sí se puede