Confiar en nosotras mismas, lograr ser seguras ante la vida no es cosa sencilla, se requiere mucho trabajo personal, pero nada se logra de la noche a la mañana y sin esfuerzo y trabajo, y tu autoestima no es la excepción. Un paso a la vez pero sin detenerse, esa es la clave para fortalecerla.
Y aunque no lo creas, las selfies pueden ser de gran ayuda para empezar a sacar esa seguridad que crees que no tienes, pero que está ahí y sólo necesita que le permitas salir. Reconocer tu cuerpo, tu belleza interna y externa es la clave de la aceptación, reconocer tus virtudes y defectos, te darán un panorama completo de quién eres. Así que empieza de una vez.
El miedo al qué dirán y a la crítica son los peores obstáculos de tu seguridad, y la única forma de deshacerte de ellos es enfrentándolo. ¿Cómo?, empieza por tomarte una selfie en público sin pensar en los demás.
Ponte tu outfit más cómodo, con el que mejor te sientas, y haz una pose exagerada y distinta, atrévete a verte a ti misma fuera de la zona de confort.
Hazle un zoom a tu carita y mira lo bella que eres.
Una selfie en un momento de la vida cotidiana, así tal cual eres.
Sintiéndote mala, saca a esa otra tú que llevas dentro.
Tu silueta.
Una selfie sin arreglarte y sin poses, siendo tú.
Despertando.
Sintiéndote sexy.
Juega con tu sensualidad.
