El autoestima, el amor propio, la aceptación, todos estos temas son de los que más se habla el día de hoy. Y no, no es que estén de moda, es que al fin se está hablando de la importancia e impacto que tienen en la vida de una persona. Así que quieres o ya estás empezando a dar pasos en esta dirección, es necesario que sepas las razones por las que no te quieres, serán el mejor punto de partida porque sabrás por dónde comenzar.
Así que échale un ojito a esto y haz una introspección, escribe, te ayudará muchísimo.
Te comparas
Te la pasas comparando tu cuerpo, tus habilidades, tus defectos y tu vida en general con la de otras personas; y más con aquellas que ves en redes sociales, y esto crea una sensación de insuficiencia que te hace creer que no vales y que no estás haciendo nada de tu vida, sin entender que cada uno es diferente y cada persona tiene sus tiempos y sus propias experiencias.
Te criticas
Tu peor enemiga eres tú misma, pero también puedes ser tu mejor amiga, eso lo decides tú, ¿cómo?, empezando a hablarte y tratarte bonito, no hay de otra. ¡Deja de criticarte!
Te defines con la opinión ajena
Estás siempre a la expectativa de lo que los demás piensen de ti, haces las cosas y tomas decisiones siempre pensando en otros y en lo que van a decir y pensar en lugar de pensar en ti. La única que puede definirse eres tú, si esperas que lo hagan los demás, sufrirás.
Dejas que otros decidan por ti
En lugar de tomar tus propias decisiones esperas a que otros lo hagan por ti y guíen tu vida. El amor propio no crece en campo ajeno.
Buscas la felicidad fuera
Estás esperando a que los demás te hagan feliz, que los demás mantengan tus emociones y sentimientos en niveles positivos. Las personas son parte de tu felicidad, pero la única responsable de tu felicidad eres tú.
Quieres cambiar antes de aceptarte
Aceptarte como eres y aceptar todas las circunstancias y situaciones de tu vida no quiere decir que te conformes. No es aceptar y quedarte ahí. Aceptar es entender la realidad y hacerte consciente para a partir de ahí, saber en qué quieres trabajar y qué quieres mejorar.
Quieres ser alguien que no eres
Si enfocas toda tu energía y tiempo en tratar de parecerte a alguien, estás perdiendo tu vida porque jamás lo lograrás. No puedes ser como alguien más porque eres tú. Enfoca esa energía y tiempo en descubrir quién eres y qué quieres tú.