El corset se ha ganado mala fama a lo largo de la historia, sin embargo no es tan malo como nos han hecho creer. Si se usa de forma correcta puede conseguirte esa cintura que siempre has soñado. Basta recordar que va de la mano con ejercicio y una buena dieta, de lo contrario no verás los resultados que esperas.
1. Estiliza tu figura.
Desde el momento en que te lo pongas tu cintura se compactará, evitará que esos rollitos se salgan y los mantendrá en su lugar.
2. Mejora la postura.
Muchos de los corsets modernos tienen ballenas metálicas bastante flexibles que te permiten moverte con gran soltura, y que además te mantienen en una posición más adecuada que la que tienes generalmente.
3. Levanta el busto.
Al comprimir tu abdomen y colocarte en la posición adecuada, tu busto se vuelve un poco más prominente y estético.
4. Reduce tallas.
Al combinarlo con el ejercicio, una buena alimentación y el uso contante, ayuda a reducir tallas y a modificar la forma de la cintura.
5. Eliminas el aire de más.
Dentro del abdomen existe un 35% de aire, no solo del diafragma, sino espacio entre los órganos. Lo que hace el uso constante del corset es contraer todos los órganos, de forma que ocupa el vació interno y por supuesto disminuirá su contorno.
6. Es permanente.
No necesitas usarlo toda la vida, basta que lo uses hasta que tengas la cintura deseada, continues con ejercicio y dieta permanente para poder conservar tu nuevo cuerpo.