Madonna sorprendió a varios asistentes de un club en la víspera de año nuevo, pues salió junto a su talentoso hijo al escenario a cantar sin que nadie se lo esperara.
Pero lo que verdaderamente nadie esperaba, era ver a Madonna con unos glúteos dignos de Nicki Minaj o de Kim Kardashian. Obviamente, la reina del pop recurrió a una tremenda ayudadita estética que la ha quitado la estilizada silueta que ya naturalmente poseía.
Es una pena verla así… ¿Ustedes qué opinan?