Kim Kardashian estuvo recientemente en el programa de Jimmy Kimmel, y fue ahí donde confesó algo que nadie sabía acerca de ella y su hermana Kourtney. Y es que resulta que ambas trabajaban para Madonna paseando a su perro.
Cuando Kim tenía entre siete y ocho años, vivía al lado de Madonna. Así que ella y su hermana Kourtney consiguieron ser las paseadoras del perro de Madonna.
Madonna no les pagaba con dinero sino con coloridas pulseras de neón, que eran reliquias de la década de los 80 y parte de la fase disco de la cantante.
“Un día ella bajó las escaleras y nos entregó una caja de zapatos con todas esas alhajas. Cuando Kourtney y yo fuimos a la escuela, todos dijeron: ‘¡Dios mío, me encantan tus pulseras!’ Y dijimos: ‘Gracias, Madonna nos los dio.”