Algunos días de oficina suelen ser un poco más pesados de lo normal por el trabajo acumulado, los compañeros incompetentes o tu jefe malhumorado, por eso la idea de ir a un bar saliendo de un cansado día de trabajo, siempre es bienvenida.
Sin embargo, existen trabajos en donde los estrictos códigos de vestimenta, hacen que tus outfits tengan que ser formales todos los días e ir a un bar vestida así no está padre. Pero tranquila, hay maneras de estar vestida para ambas ocasiones al mismo tiempo, estos outfits son la prueba.
Una camisa blanca y una mini falda formal, puede ser un look bastante flexible, tanto que no te lo pensarás dos veces cuando tu compañera te diga “Hay que salir”.
Un short de cuero puede convertirse en cualquier outfit formal de oficina, hasta en uno casual fiestero.
Un outfit blanco con negro nunca falla si quieres lucir casualona, sólo debes agregar complementos formales como un cárdigan, joyería o zapatos para convertirlo en algo formal.
La falda de lápiz da cierta formalidad en cualquier outfit, pero a la vez sensualidad para salir de fiesta.
Nada como un short formal para lucirlo en la oficina, eso sí, combinarlos con unos tacones para que no parezca que no tenías nada más que ponerte.
Un conjunto hace su trabajo solo, desde combinarse automáticamente, hasta adaptarse a casi cualquier situación.
Existen jumpers tan elegantes como cualquiera de tus vestidos de oficina, el truco está en buscar estampados geométricos o minimalistas.
Puedes crearte un outfit “término medio”, aprovecha tu estilo único para combinar elementos fiesteros y formales a la vez.
El ya clásico “Little Black Dress” nunca te fallará, no como tu ex novio.
Una falda midi puede ser tan flexible como una gimnasta, te hace ver bien en las fiestas formales, las casuales, saliditas al bar, oficina, universidad, etcétera.