Yo no tengo un cuerpo increíble ni un abdomen plano.
Estoy lejos de ser una modelo, pero soy yo, y me gusta lo que veo en el espejo.
Puedo comer, tengo curvas y me encanta mi pelo revuelto.
A menudo salgo a la calle sin maquillar. No me importa si la gente cree que debería “cuidarme más”.
Aunque me gustan las faldas y los tacones, hay veces que prefiero ponerme unos pants y tenis con los que pueda correr y sentirme relajada, sin preocupaciones.
También a veces soy un poco loca, dramática y explosiva, y cuando me siento así puedo gritar, llorar y después sonreír. Demuestro mis sentimientos sin miedo al qué dirán.
Yo no pretendo ser alguien que no soy. Yo soy lo que soy.
Le puede gustar a la gente o no… pero nadie me va a cambiar. Esto me ha hecho más humana, menos “perfecta” y sí, más feliz.
Para definirlo en pocas palabras podría decir que: Soy mujer… eso lo dice todo.