Mi mamá es una hater!! guía básica para sobrevivir

Yo sé, amiga. Tener una mamá que no sabe ser mamá duele más que una ruptura, porque es la única persona que se supone que no debía romperte. Pero tranqui, no estás loca, no eres la mala hija, y no estás sola.

Te dejo lo que me habría encantado que alguien me dijera cuando me tocó criarme emocionalmente solita:

No dependas ni de sus disculpas, ni de sus aplausos

No esperes un “perdón” ni un “estoy orgullosa de ti”, porque probablemente no van a llegar. Y no porque no lo merezcas, sino porque ella no tiene las herramientas emocionales para dártelo. No vivas esperando que despierte un día y cambie. Mejor trabaja tú en no necesitarlo.

No es tu culpa, aunque tu cabeza te diga que sí

Tu mente va a querer buscar culparte y hacerte responsable para “arreglarlo” pero la buena y mala noticia es que tu no pediste venir a este mundo, pero tu mamá si decidió traerte, así que por esa sencilla razón ella es responsable

Agradecer no significa aguantar humillaciones

Sí, te dio techo y comida. ¿Y? Eso no le da derecho a insultarte, ignorarte, controlarte o manipularte emocionalmente. No estás en deuda eterna por haber nacido. (repite después de mi: vivir bien es mi derecho y yo no estoy pidiendo ningún favor)

No discutas, ahórrate la úlcera

Hay mamás que creen que por ser “mamás” tienen la razón absoluta. Son soberbias, controladoras, y viven en modo “yo sufrí más, tú cállate”. No intentes educarla, ni justificarte. Mejor aprende a decir “ok” con cara de poker y a ponerte audífonos emocionales.

Pon límites aunque te tiemble la voz

“No quiero hablar de eso.” “Eso me hace sentir mal, no lo repitas.” “No voy a permitir que me trates así.” Aunque te sientas mala hija o exagerada, ponlos. Porque si tú no cuidas tu paz, nadie lo va a hacer.

Planea tu fuga emocional (o literal)

Si ya trabajas: ahorra, haz contactos, busca opciones. Si aún eres menor: piensa en lo que te gusta, en lo que eres buena, y en cómo eso puede ser tu ticket para moverte más adelante. No es huir. Es sobrevivir. Es liberarte.

Rodéate de gente que sí te vea

Haz tu propia tribu: amigas, primas, maestras, redes, tu yo del futuro… quien sea que te recuerde lo valiosa que eres. Porque si tu mamá no supo ser tu lugar seguro, tú sí puedes construir uno para ti.

No tienes que odiarla, pero tampoco tienes que seguir soportando todo “porque es tu mamá”, no naciste para complacerla, naciste para romper el ciclo