Las joyas son mi debilidad y las dueñas de mis quincenas. Las amo tanto que me he creado un novio imaginario que en mis fantasías me regala todas estas obras de arte. Ya sé que se quedará en mi imaginación, pero no cuesta nada soñar… las joyas sí.
Ya había visto joyas para usar en el cuerpo cuando vas a la playa, pero esto ni mi imaginación la hubiera creado más perfecta.
Seguro termino con tortícolis, pero no importa.
Están como para ponerlos en un museo.
El brazalete más sofisticado y hermoso que el mundo ha visto.
Es como si tu mano se volviera toda de oro.
Este collar merece un buen bronceado.
Ni con todas las joyas que poseo lograría hacer un collar así.
Seguiré soñando con la posibilidad de que este sea algún día mi anillo de compromiso.
No la usaría jamás, pero me encantaría tenerla.
Mi celular moriría con una funda así.
Un poco de color nunca está de más.
Un toque diferente y bellísimo.
Joyas y flores, las mejores amigas de una chica.
¡Oh Dios mío! que alguien se apiade de mí.
No sé si podría con el peso de esto en mis manos, pero con gusto lo intento.
¡Maldita y mil veces maldita pobreza!
Esto es andar descalza con estilo.
No me importa verme así, las necesito todas.