El blanco no es el primero, es más, ni siquiera está en nuestro panorama cuando buscamos vestidos de graduación. El blanco siempre lo asociamos a las novias, pero ellas no compraron los derechos así que claro que puedes ir de blanco a tu ceremonia. Pero ¿cómo lograrlo sin parecer la novia de la graduación?, eligiendo diseños como estos:
Trata de que sea sencillo, sin encaje ni con cola o sí parecerás novia.
Un escote de infarto hará todo por ti.
Sencillo, ligero y elegante, son las claves.
Si lo que quieres es que todas las miradas sean para ti.
Un vestido de dos piezas rompe por completo la idea de que vas a una boda.
Un vestido corto quizá sea la opción más sencilla y linda, ahí sí puedes jugar más con los detalles.
No me digas que no te encantaría lucir así en las fotos.
Casual pero sigues viéndote elegante.
Para romperla en la pista de baile.
No tiene que ser completamente blanco…