Todo el mundo cree que es una bendición tener senos grandes, incluso cada año millones de mujeres se someten a cirugías para agrandarlos, pero la realidad es muy distinta, pues esto nos acarrea muchos problemas e incomodidades, y nos ponen en desventaja en muchas situaciones.
Esto es un poco de la agonía de tener pechos grandes.
-Encontrar sostenes lindos de tu talla es imposible, confórmate con los que parecen de abuela en colores beige, negro y blanco. Si de casualidad encuentras uno, es muy caro.
– Encontrar la talla adecuada es muy problemático, pues siempre tendrás miedo de la maldición “QuadraBoob”.
– Si te pones Pushup, luces ridícula.
– Hacer ejercicio se convierte en una odisea, flexionarte, correr y brincar, se vuelven acciones muy incómodas.
– Los mejores sostenes que puedes encontrar, siempre son deportivos, lo malo es que no van con muchas prendas que usamos a diario.
– Usar bikinis es muy peligroso, encontrar uno que las mantenga encerradas es una ardua tarea.
– Suelen darte dolores de espalda, lo que te hace pensar en una reducción.
– Simplemente es muy difícil usar blusas de botones, siempre quedan abiertas.
– El cinturón del coche te odia.
– Cuando viajas, la mitad de la maleta es para tus sostenes.
– Si decides acostarte boca abajo, sabes que terminarás estrangulándolas.
– Si tan sólo mencionas que estás pensando en reducirte los senos, la cara que pone la gente es algo así.
– Estás más que acostumbrada a las crueles bromas sobre tu busto.
– Jamás podrás ser gimnasta, incluso ni en la secundaria pudiste hacer mucho deporte debido a que simplemente no podías. (A parte de que todos te miraban con ojos de lujuria).
– No puedes ponerte ropa ajustada o escotada sin que la gente te juzgue.
– ¡Con el tiempo van cayéndose más!
-Las manchas de sudor debajo de las bubis son más evidentes, y eres más propensa a tener salpullido.
-Los niños usan tus sostenes de sombreros.
– Todo el tiempo te preguntas si un hombre quiere salir contigo porque le agradas, o sólo por tu escote.
– Tiras cosas sin darte cuenta.
– Cuando te sientas muy cerca de la mesa, parece que ellas también necesitan su propio asiento.
– Es muy difícil lograr vestirte conservadoramente sin lucir provocativa.
– Los juegos mecánicos no son muy buenos contigo.
– Los sostenes no duran mucho, las varillas no soportan el peso, se salen y comienzan a asesinar a tus bubis.
– Usar vestidos sin tirantes es lo más peligroso que puedas hacer.
– Si te pones ropa holgada luces inmensa.
– Es común que te salgan estrías si la adolescencia te crecieron de un día para otro.
Pero bueno, no todo es malo, también nos hacen lucir ¡Sexys, hermosas y femeninas!
¡Agrega a esta lista algo que nos haya faltado!