No mentiré y diré que soy de esas chicas que son pura ‘actitud’ y ‘energía’ las 24 horas del día, de hecho soy muy floja y en vez de juzgarme a mí misma, he decidido compartir las cosas que me suceden porque podría estar casi segura que si te identificas conmigo, también las has hecho.
Has pensado en dormirte vestida para estar lista por la mañana para ir a la escuela o trabajo
No hay cosa que odies más que meterte a bañar en la mañana, sentir frío y tenerte que cambiar.
Prefieres quedarte con hambre y no cenar si es que tú eres la que se tiene que hacer de comer
Si ya vives sola o tus padres no piensan hacerte de cenar, te vas a la cama con hambre (y haciendo un poco de berrinche).
Te enojas si un negocio de comida no tiene servicio a domicilio
‘¡Maldita sea! Cómo que la señora de las quesadillas de la esquina no tiene servicio a domicilio, ¡no puede ser!’
Haz pasado 3 horas viendo infomerciales por no pararte a buscar el control remoto de la tv
Y lo peor de todo, es que te terminan gustando.
Te has hecho un “baño express”
Literal te lavas las axilas, la cara, te echas un poco de agua en el cabello y listo.
Has pasado 2 semanas sin depilarte
Y por supuesto te la has vivido con jeans y suéteres de manga larga.
Tu plan perfecto para todo el fin de semana es encerrarte y hacer un maratón en Netflix
Mientras menos te tengas que mover, mejor.
Te gusta ligar por tinder, facebook, etc… Pero siempre te da flojera quedarte de ver con ellos
Y es por eso que no tienes novio. Te da flojera iniciar una relación, ir al cine con él, a comer, conocer a su familia, etc.
Acumulas platos en tu habitación hasta que las hormigas te comienzan a invadir
Todo por la pereza de no llevarlos a la cocina.
Maquillaje… ¿qué es eso?
Máximo te pones rimel… y eso ya es mucho.
No te gusta ni emociona ir de compras como al 90% de las mujeres
Eres feliz y podrías vivir vestida durante el resto de tu vida con tus skinny jeans y la playera de tu banda favorita.
Le has gritado a tu mamá, hermano, papá, etc… para que te pasen algo que está a 1 metro de distancia de ti
– Maaaaaaaaaaaaamaaaá, ¿puedes venir?
– ¿Qué pasó hija, estás bien?
– Sí, ¿me pasas mi celular por favor?