El tiempo se pasa volado, y cuando menos te lo esperas estás a minutos de caminar hacia el altar. La nostalgia irremediablemente te invadirá, pero no dejes que el arrepentimiento ocupe un lugar en tu corazón.
Aprovecha el tiempo para hacer todas estas cosas con tu mamá, para que ese día ambas puedan sentirse satisfechas y plenas.
Vayan de viaje juntas.
Planeen un viaje de madre e hija a cualquier lugar. Relajarse y estar solas las hará valorarse y sobre todo disfrutarse.
Inscríbanse a un gimnasio.
Estás preparando tu cuerpo para el día de tu boda, y qué mejor motivación que ver a tu madre a tu lado dando lo mejor de sí.
Tengan una cita.
Tu mamá siempre va a ser tu mamá, pero tú estás a punto de cerrar una etapa en tu vida. Vean álbums de fotos, tómense un café y charlen de la vida que han compartido juntas.
Vayan a un Spa.
A ninguna de las dos les vendría mal un buen masajito para sacar todo ese estríes que genera la planeación de una boda.
Escríbele una carta agradeciéndole todo.
Yo sé que le puedes decir de frente todo lo que sientes, pero recuerda que así como tú, ella está a punto de pasar a otra etapa y créeme, separarse de su hija no será fácil. Así que hacerle una carta con todo lo que sientes y piensas, será como dejarle una parte de ti a su lado para siempre.
Tengan una cita para que te pase consejos.
Probablemente has escuchado muchos consejos de tu madre a lo largo de tu vida. Pero créeme, en estos momentos ella tiene mucho qué decir y tú mucho qué escuchar.
No dejes de verla jamás.
Comenzar tu vida fuera de casa será intenso y estarás muy ocupada. Pero no dejes de verla jamás, ella siempre estará feliz con una visita tuya.