No se trata solo de “apretar rico”, se trata de sentirte poderosa, conectada contigo y que tu zona íntima esté tan en forma como tu gym crush.
y no necesitas cirugías, solo constancia y estos hacks:
1. Ejercicios Kegel
Literalmente consisten en apretar y soltar. Pero no así como cuando te estresas, sino como si quisieras detener el pipí a la mitad (ojo, no lo hagas mientras orinas). Haz 3 series de 15 repeticiones al día.
2. Entrenamiento con bolas chinas o pesitas v4ginal3s
No son juguetes, son herramientas. Te ayudan a mejorar el tono muscular y la sensibilidad. Empieza con las más ligeritas y úsalo de 10 a 15 min mientras estás en casa. Bonus: te hacen más consciente de tu cuerpo.
3. Masajes con aceite natural (tipo ritual self-love)
Masajear la zona con aceite de coco, rosa mosqueta o vitamina E mejora la elasticidad, circulación y te conecta contigo. Hazlo después del baño, sin prisa. No es solo físico, también es emocional.
4. Posturas de yoga que sí sirven (y no solo para verte estética)
Prueba la postura de la mariposa, la del puente y la del gato-vaca. Activan el suelo pélvico, abren la pelvis y mejoran tu postura… lo que se nota en TODO lo que haces después.
5. Alimentación que tonifica desde dentro
Aguacate, nueces, zanahoria, jengibre, semillas de chía… Todo lo que mejora la circulación, mejora tu sensibilidad. Y sí, tomar agua también te pone más jugosita (literal).
6. Respiración + contracción = magia corporal
Practica la contracción Kegel al ritmo de tu respiración. Inhala profundo, aprieta. Exhala, suelta. Así sincronizas cuerpo, mente y zona V. Te vas a sorprender.
No se trata de volverte una máquina de presión. Se trata de reconectar contigo, de sentirte viva, de dominar lo tuyo sin necesidad de validación externa. Una mujer que se cuida por dentro… ya ganó por fuera.
