Belinda, quien decidió dejar de cantar “Amor a Primera Vista” para entonar “Demanda a Primera Oportunidad”.
Resulta que la cantante presentó una denuncia formal contra Lupillo Rivera, después de que él, muy confiado y cero prudente, hablara de su relación pasada y supuestamente filtrara fotos y videos íntimos (“en un celular que según se perdió”) y en su nuevo libro Tragos Amargos. (Nombre que, por cierto, le quedó demasiado literal).
El problema no fue solo el chisme, sino el nivel de exposición. Según su equipo legal, lo que Lupillo hizo no fue una simple “revelación romántica”, sino violencia digital y mediática. Y sí: la Fiscalía de la CDMX ya intervino. Belinda pidió medidas de protección y Lupillo le firmo un “no me hables, no me busques, no me nombres” legal
Mientras tanto, Lupillo guarda silencio (posiblemente por consejo de su abogado… y del sentido común, que llegó tarde, pero llegó).
Y aunque él no ha declarado directamente, en redes ha estado soltando indirectas disfrazadas de sabiduría ranchera. Pero Internet ya eligió bando: los memes, los clips y los “Santa Belinda, protégenos del mal gusto masculino” están por todos lados.
Así que sí, el caso ya no es rumor: es legal, es mediático, y es el recordatorio de que no hay peor error que subestimar a una mujer con buena memoria, buen abogado y una cuenta de Instagram activa.