Cuando somos niñas nos encanta que nuestra habitación sea rosa y tenga todos los colores pastel posible. Pero todo cambia cuando nos volvemos adolescentes y ni hablar de cuando eres adulta. Pero no hay porque mandarlos al olvido, aún pueden estar en nuestra vida sin que vuelvan cursi nuestra habitación.
Checa de que manera puedes hacer las pases con estos hermosos colores.
No tiene porque ser un color que predomine en tu habitación, bastarán algunos detalles en tu escritorio.
Flores rosas artificiales alrededor de tu espejo.
Pinta tus repisas de tu color pastel favorito.
El esqueleto de tu cama también es digno de llevar un color pastel.
Una silla será suficiente.
Pinta el marco de tu espejo.
O ese mueble al que le querías cambiar el look.
Tu colcha es buena candidata.
Las paredes no tienen porque estar completamente pintadas de colores pasteles.
Unos cuantos adornos harán el cambio.
Un puff, además de cómodo te dará el pastel que necesitas.
Si quieres un buen contraste usa siempre gris.