El invierno en mi ciudad ha llegado y pocos seremos los que podremos sobrevivir a él, es por eso que me necesito apurar a comer todos estos engordadores y deliciosos snacks que me llenarán de calorías. No es que yo lo quiera, me veo obligada a hacerlo…
Algunos no se cómo demonios los conseguiré, pero juro que haré lo posible por encontrarlos y darles un buen hogar en mi estómago.
¿Alguna chica que viva en Alemania y me quiera enviar uno? No importa, yo pago el envío.
Amados y deliciosos churros con relleno cremoso.
Necesito casarme con la persona a la que se le ocurrió esta maravillosa idea.
Para el desayuno.
Una rebanada así, tan sólo para el comienzo. Exigiría que me dejaran todo ese platito en mi mesa.
Necesito que la Nutella corra por mis venas. Esta es una buena opción.
Son como pequeños pedacitos de cielo.
Cosa tan más bonita.
Hasta acá puedo escuchar a esa dona azul diciendo: “Cómeme… Te deseo”. Y le haré caso.
Mis segundos tacos favoritos, después de los de pastor.
El mejor invento de los franceses, el segundo… La torre Eiffel.
Calorías, ¡vengan a mí!
Algo ligero para ver películas.
Con un cafecito por la noche.
Para irme acostumbrando al frío. No crean que es por glotona.
Para endulzar un poco mi día.
– ¿Va a querer postre para acompañar?
– Sí.
– ¿McFlurry, cono o frappe?
– Una Big Mac, por favor.
No sé por qué, pero siento que subi 20 Kg tan sólo de verlos.
Por cierto, ¡no me hagan caso! Si comen todo eso morirán de un paro cardiaco. Simplemente lo hice para saciar mis deseos de comida engordadora de alguna manera.