Si no logras conseguir unas pestañas perfectas, quizá no estás utilizando de manera correcta tu enchinador.
Esto resolverá tus problemas:
1. Está demasiado sucio.
Si tu enchinador ya tiene varias capas de rimen, jamás podrán quedar bien tus pestañas. Aquí te dejamos una forma en la que lo puedes limpiar rápido y eficazmente.
2. No cepillas tus pestañas.
Si al enchinarlas y colocarles rimel quedan hechas un desastre, entonces necesitas cepillaras antes. Esto las separará y te dará un mejor acabado.
3. Tu rizador es demasiado estrecho.
Así es, los hay de diferentes tamaños, y uno muy estrecho no llegará a las pestañas más alejadas. Trata de elegir uno que cubra todo tu ojo y que tenga una abertura considerable.
4. Tu rimel se convirtió en su enemigo.
Si sueles enchinarte las pestañas una vez que ya has aplicado la máscara, estás cometiendo un grave error. Esto sólo las rompe y crea grumos.
5. Es de baja calidad.
Lo barato sale caro, invierte un poco en un rizador de mayor calidad. Así protegerás tus pestañas y te durará por más tiempo.
6. Lo calientas.
Muchas personas lo calientan con la secadora o con el encendedor para rizar con mayor facilidad las pestañas. Pero ten cuidado, si no calculas bien la temperatura te pasará esto:
7. La almohadilla está desgastada.
Las almohadillas deben cambiarse por lo menos cada 3 meses. De no ser así cada vez se rizarán menos y corren el riesgo de ser arrancadas.