A ver, nadie nace con la tripa de acero. Todas hemos tenido ese momento en el que estás hablando, te ríes tantito… y sientes que el intestino está conspirando contra ti. No pasa nada, reina. Estar pedorra no te hace menos mujer, pero sí puede convertir una cita en tragedia nacional. Así que ahi te van mis tips…
Come DES PA CI TO
La mitad de los gases que tienes son aire que tú misma tragas por comer apurada o hablando mientras masticas. No te digo que te conviertas en monje zen, pero sí: mastica, respira, repite.
Toma agüita
En serio. Nada limpia el sistema como eso. Si tomas refresco o café todo el día, tus gases olerán a pecado. El agua te ayuda a digerir, mover lo que se queda atorado y evitar que termines compitiendo con tu perro por quién apesta más.
LOS SUPLEMENTOS NO SON DULCES MÁGICOS
Si te estás tomando mil proteínas, colágeno o pastillas raras, revisa los ingredientes. Muchos tienen lactosa, fibra sintética o edulcorantes que básicamente son una bomba de gas envuelta en cápsula y claro, tú pensando que te estás poniendo fitness, y lo único que estás inflando es el aire a tu alrededor.
Muévete (LITERAL)
No hay peor combinación que comer y quedarte sentada como momia. Camina un poco, haz yoga o aunque sea estírate. El movimiento ayuda a que los gases salgan discretos y no con sonido en plena junta.
Cuida el estrés (Sí, también te hace pedorra)
Cuando estás ansiosa, respiras diferente, comes más rápido y todo tu sistema digestivo se vuelve loco. Si vives estresada, el intestino se pone en huelga y sí, la ansiedad también se manifiesta en gases. Literal, estás tragándote tus emociones… y luego salen por donde pueden.
La verdadera salvación son los tés
Té de menta, anís o jengibre. Son baratos, naturales y hacen maravillas. Yo lo llamo “el exorcismo digestivo”: te calma, te deshincha y te deja lista para convivir sin miedo a explotar. uffff mi mayor secreto es la clorofila, eso cuesta como 30 pesos en el simi y es buenisimo, gracias a tomar eso, ni siquiera mi sudor huele mal. además sabe DE LI CIO SO
PEROOO NTP….
Ser pedorra no te quita lo divina, pero sí te resta glamour. Y no hay perfume caro que tape un mal intestino. Así que escucha a tu cuerpo, hidrátate, mastica bien y suelta lo que te hace daño (emocional y digestivamente). Porque cuando tu estómago está en paz, tú también lo estás y además… qué rico es no vivir con miedo de apretar.
