Trucos fáciles y rápidos para calmar la ansiedad y mejorar el animo

Cuando tu mente está en caos y tu ánimo por el piso, no siempre necesitas terapia o un viaje a la playa. A veces basta con un par de movimientos como estos para resetearte.

Estás ansiosa → camina 20 min sin destino

Como señora que va a golpear a la vecina. Sin celular, sin música. Solo tú y tu mente en espiral.

Estás estresada → corre 3 min o brinca como loca

Tu cuerpo no sabe qué pasa, pero si sudas lo suficiente, te va a dejar en paz.

Estás de malas → toma una siesta de 20 min

A veces no es odio, es sueño. Duerme, despierta y luego ya si quieres mandas el audio pasivo-agresivo.

Estás triste → báñate y mójate la cara

Agua caliente, jabón sabrosón y champú que huela a vacaciones. No cura el dolor, pero lo suaviza.

Estás harta → limpia con rabia

Barre con furia, lava el baño llorando. El caos mental se desactiva con Fabuloso (limpiador de pisos)  y canciones de Karol G.

No tienes ganas de nada → haz UNA cosa

Tiende tu cama, échate agua en la cara, recoge ese short que lleva una semana en la silla. Lo mínimo también cuenta.

Te sientes miserable → sal al sol o agarra un árbol

No, no es brujería. Es vitamina D. El planeta quiere ayudarte, pero tú no sales ni por un elote.

No puedes más → respira 10 veces como si supieras meditar

Inhala, exhala y finge estabilidad como influencer en crisis. A veces eso basta para no explotar.

Te sientes sola → mándate un audio

Dite lo que te urge oír: “No estás loca, eres hermosa, fuerte e inteligente, vamos a poder, siempre hemos podido”. Repítelo hasta que te lo creas.

Te odias → haz un inventario de lo que sí hiciste

Lavar tu chon, cuidar a tu gato, no stalkear a tu ex. Todo eso cuenta. No minimices tus logros porque no traen moño.

Fallaste un día → no hagas drama de telenovela

No es un fracaso, es un lunes como cualquier otro. Retomas mañana y ya. Nadie te está cronómetro en mano, relájate.

Hazlo como puedas, pero hazlo, porque el caos no se va solo.
Y sí, llorar en posición fetal funciona… pero después te paras, te sacudes, y te echas agüita de rosas.  Un paso, una respiración o un poco de sol pueden cambiar tu día entero. TU PUEDES!