Aquí te dejo un catálogo de joyitas que puedes usar cuando quieres mandar a alguien al car4jo… pero sin ensuciarte los tacones.
“No tengo cerebro ni para un derrame, ni tiempo ni las crayolas para explicarte.”
Traducido: no solo no quiero pelear contigo, no tengo ganas de perder neuronas contigo.
“Tienes cara de que si bailas, llueve.”
Esta cruel
“Eres fácil de dibujar.”
Sí, porque no tiene ni una sola dimensión (redonda)
“Capricho de la aberración humana.”
Perfecto para gente que se cree superior sin razón.
“No sé si tu estupi3z es de nacimiento o decidiste hacerlo tu estilo de vida.”
Este es un clásico. Corto, hiriente, y difícil de superar sin llorar en la regadera.
“Eres inteligente asintomático.”
O sea, técnicamente hay algo ahí… pero jamás se ha manifestado.
“Tu mamá hace tamales en hojas de cuaderno.”
Este no es tan elegante pero es gracioso
“Al parecer el sentido común no es tan común en ti.”
Sutil. Frustrante. Educado. Funciona en oficina y reuniones de exalumnos.
“Luces exactamente como alguien que diría eso.”
Cuando ya no quieres debatir con un neandertal emocional.
“Las solicitudes de empleo se juntan en fogatas a contar historias de terror sobre ti.”
Oscuro. Sarcástico. Y con narrativa. Perfecto para alguien que cree que “trabajar en equipo” es un concepto medieval.
“Prófugo de la evolución.”
Este lo usas y automáticamente se detiene el tiempo. Hasta Darwin siente la ofensa desde el más allá.
“Licenciado en asuntos sin importancia.”
Ideal para esa gente que se cree el CEO de lo irrelevante. Úsalo con sonrisa.
“Qué lindo que nunca vas a estar en una habitación donde tú seas el más listo.”
BAM. Un clásico de los insultos nivel Dios. Duele porque es verdad.
“Envidio a la gente que no te conoce.”
No hay más que decir. Silencio incómodo garantizado.