Vivimos en una sociedad que tristemente cada día se alimenta sin darse cuenta de actitudes que fomentan el machismo…
Y por más fuerte o incómodo que pueda sonar, las mujeres en muchas ocasiones somos las que siguen fomentando este terrible mal con actitudes y acciones que por “costumbre” o porque “así fuimos educadas”, no nos atrevemos a cambiar ni mucho menos cuestionar.
Es por eso que lamento decirte que si haces alguna de estas cosas, es muy probable que tú estés apoyando el machismo en alguna de sus maneras. No lo digo para hacerte sentir mal, sino para que todas juntas lo analicemos y podamos contribuir a hacer una sociedad más tolerante y en donde las mujeres podamos ser más libres en nuestro día a día.
– Creer que otras mujeres son unas… y que se merecen lo peor por salir a fiestas, bares o antros sin su novio.
– Pensar que es… por su manera de vestir.
– Justificar las infidelidades de tu pareja con frases como: “Todos los hombres son así”, “Es su naturaleza”, etc…
– Culpar siempre a la mujer por seguro “No tener bien atendido a su hombre” cuando te enteras que una pareja cercana a ti se separó.
– Creer que tú por ser mujer no tienes el derecho a disfrutar de tu vida privada libremente, sin pena ni prejuicios.
– Enojarte cuando un hombre no te paga la cuenta siempre que salen.
– No dejar que tus hijos o sobrinos (hombres) hagan tareas del hogar.
– Ver con “malos ojos” a madres solteras y pensar que sólo están buscando un padre para su hijo.
– Presumir con orgullo que eres la mujer “de” sólo para encajar mejor en un círculo social (como si fueras la propiedad de alguien).
– Juzgar a las mujeres que libremente han tomado la decisión de no ser madres y criticarlas diciendo que eso “no es algo natural”.
– Demeritar los logros y éxitos de otras mujeres que te rodean y decir cosas cómo: “Ha de tener algo con su jefe”, “Soborno a tal”, “Le coqueteó a su profesor y por eso pasó la materia”.
– Ver a una chica con diferentes preferencias y decir: “Seguro ningún hombre le hace caso y por eso sale con mujeres” o pensar que está “enferma” porque no tiene los mismos gustos que tú.
– Creer que una mujer que tiene 40 años y que no se ha casado, “está quedada” y que ya nadie la querrá.
– Criticar a mujeres que suben selfies en poses que tú no te atreves o no te gusta hacer.