Cuando se acerca un aniversario, un día de San Valentín o el cumpleaños de tu novio (y no me dejarán mentir chicas) las chicas nos esmeramos por comprar el regalo perfecto hasta llegar a sorprenderlo por nuestro esfuerzo, ya sea por hacer el regalo o buscar aquel que sabemos le va a encantar. Y es que no es cosa sencilla, indagamos en sus gustos, gastamos lo necesario, pasamos semanas buscándolo, etcétera.
Es por eso que nuestras expectativas del regalo perfecto son tan altas ¡PERO! cuando abres el regalo que te dio, (si es que si quiera lo envolvió) y se trata de algo súper equis o que no va para nada con tus gustos, nuestro monstruo interno aflora. Y no porque esté feo o tengamos gustos caros, pero una chica se da cuenta si no le pusiste ganas ni empeño al buscarte un regalo. Díganme dramática, pero estas son las cosas que hice o habría hecho si me pasase:
Soltar una buena carcajada, pensando que sólo se trata de una broma.
…después entender que no era una broma y tratar de contener la risa, por pensar que lo fue.
Fingir que te gustó para no herir sus sentimientos.
Intentar no enojarte, dejar que pase y terminar riéndote de la situación en unos meses.
Que por accidente se te salga una cara de “¿es enserio?”.
Ponerte colorada, si se trata de un regalo muy atrevido ¡jijijijijijiji!
Ver su tierna cara de “¿si te gustó?” todo preocupado y correr a darle un beso.
Si por ejemplo es ropa, utilizarla lo antes posible, para que acabe la tortura.
…o decirle a la semana el típico “no sé en dónde quedó”.
Quedar en shock, quedarte callada un largo rato y terminar diciéndole un “Gracias”, después de todo es tu chico y aunque fue descuidado, no vas a dejar de amarle y quizá en unos años terminen riéndose de la situación