Hoy quiero agradecerte por haberme roto el corazón. Debo confesar que al principio fue difícil, pero hoy me doy cuenta que gracias a esa dolorosa experiencia soy una mujer más madura y preparada para amar a alguien mucho más valioso que tu.
1. Ahora sé que no todo es miel sobre hojuelas.
No todo es perfecto en una relación, hay altas y bajas, lo importante es saber cómo afrontar los problemas y poder superarlos, pero todo debe hacerse juntos.
2. La frase “juntos para siempre” ahora tiene otro significado.
El amor no se trata de retener a la fuerza a alguien, sino de que esa persona ame estar contigo. No hay por qué luchar contra corriente.
3. Sé que no es necesario convencer a los demás de que mi relación es perfecta.
Aprendí que no tengo por qué demostrarle al mundo que soy feliz como queriendo convencerlo, la única convencida debo ser yo.
4. Ahora me doy tiempo de conocer mejor a un chico antes de darle el sí.
Ya no apresuro las cosas, si hay interés las cosas fluirán solitas, no tengo que correr como si fuera agua escapándose de entre mis dedos.
5. Sé que por nada del mundo debo dejar de ser yo misma.
Esto es una de las cosas que desgastaron mi relación. Jamás debes dejar de lado tus hobbies, amigos y familia por complacer a un chico, si de verdad te ama te aceptará con el paquete completo.
6. Me di cuenta que cada relación es diferente.
Significa que cada pareja tiene su propia personalidad que se va formando con el tiempo, nunca trates de copiar la relación de tu amiga sólo porque pienses que se llevan increíble.
7. Comprendí que todo tiene un propósito.
Ahora sé que todo en la vida tiene un propósito. Tú me hiciste sufrir pero de algún modo también me ayudaste a crecer como persona. Hoy soy libre y un poquito más sabia, ahora sí a sumergirse de nuevo en los mares del amor.