7 Señales de que no estás enamorada sino desesperada por sentirte querida

No, no estás loca. No es que estés desesperada. Tampoco es que no tengas amor propio.
Lo que pasa es que te estás aferrando a una versión de amor que no existe… pero tú necesitas creer que sí.

Y lo entiendes como deseo, como conexión, como ganas de estar con él. Pero si te detienes un segundo a mirar con claridad, te vas a dar cuenta: no es que quieras estar con él… lo que quieres es que él te quiera.

1. No disfrutas estar con él, solo disfrutas la idea de que te elija

Cada vez que te busca, sientes euforia.
No porque lo ames, sino porque por un segundo te hace sentir especial.
Y tú estás tan hambrienta de eso, que te conformas con migajas.

2. Lo buscas cuando te sientes sola, no cuando lo extrañas

No es su risa. Ni sus abrazos. Ni sus ojos.
Es la sensación de tener “algo” con alguien.
Porque te da más miedo estar sin vínculo que estar con alguien que no te quiere bien.

3. Fantaseas más con lo que podría llegar a ser que con lo que realmente es

Tú no lo amas. Tú lo idealizaste. Y ahora vives enamorada de una versión que solo existe en tu cabeza.

 Te duele soltarlo, no porque sea tu amor verdadero… sino porque no quieres aceptar que nunca lo fue.

4. Lo provocas esperando afecto, no pasión

Lo invitas, le escribes, te le insinúas…
pero no porque realmente lo desees, sino porque es la única forma en la que él se acerca.

 Tú no quieres cuerpo. Tú quieres atención emocional disfrazada de contacto físico.

5. Después de estar con él, te sientes confundida

No te sientes feliz.
No te sientes plena.
Te quedas con más dudas que certezas.
Y ese silencio después de él… te duele más que su distancia.

6. Sigues esperando a que cambie

Aunque ya viste cómo es.
Aunque ya te lo dijo.
Aunque ya te lo demostró.
Tú insistes. Porque quieres que un día, por fin, te vea como tú lo ves a él.

7. Estás con él, pero no porque lo ames… sino porque quieres que te ame

Quieres que te elija.
Que te valore.
Que te devuelva todo lo que tú has entregado sin medida.
Pero eso no es amor.
Eso es dolor mal gestionado.

📌 Y tú mereces amor que se sienta, no que se persiga.