5 Trucos para encoger tus jeans si ya decidiste bajar esa pancita

Si eres de las que por fin decidió bajar esos kilitos de más, comiendo saludable y haciendo ejercicio, seguro sabrás que una de las primeras señales que vas por buen camino son los jeans flojos, y aunque eso te motiva a seguir con tu nueva vida saludable, ahora ya todo te queda flojo y comprar no es una opción pues no sabes si bajarás más de peso o no.

Te recomiendo que mejor experimentes con esos jeans que ya te quedan grandes y trates de encogerlos ¿Cómo? Justo así:

Lávalos en la lavadora con agua caliente

Mete tus jeans en la lavadora, ajústala en el nivel de agua caliente y de lavado intenso, agrega detergente líquido y suavizante de tela. La combinación de agua caliente y agitación intensa causará que las fibras de los jeans se contraigan. El suavizante ayudará a evitar que tus jeans se pongan muy tiesos mientras se encogen.

Usa tu secadora de ropa

En cuanto saques tus jeans de la lavadora mételos a la secadora ¡Rapidísimo! Ajusta tu secadora en la temperatura más alta y deja tus jeans adentro 10 minutos más de lo normal, así el calor hará que sus fibras se crispen y tus jeans se achiquen.

Agua caliente con suavizante de telas

Si sólo quieres encoger la cintura de tus jeans, moja esa parte con media taza de suavizante y una de agua muy caliente, después colócalos en la secadora con un ciclo estándar de secado, pero usando el ajuste de calor lo más alto posible.

Remójalos en agua hirviendo

Si tú como yo, aún no cuenta con una útil secadora, puedes meter tus jeans volteados a una olla de agua hirviendo de 10 a 15 minutos (una vez que esté hirviendo baja la flama) mientras deja que el agua hierva. Igual debes revisa la olla para asegurarte de que la tela siga sumergida. Al final sólo los dejas secar en el sol, pero que no le llegue aire frío, si el clima no está a tu favor, puedes dejarlo bajo la luz del sol que entra por tu ventana.

Plánchalos cuando aun esten húmedos

Mete tus jeans en la lavadora con ajuste en agua caliente o en agua hirviendo, cuando los saques procura que estén húmedos pero no muy empapados. Después plánchalos hasta que queden secos completamente.