Hola chicas, hoy vengo a desahogar mi alma por una mala experiencia que acabo de tener. Resulta que me enamoré de una chica que no tenía intensiones de llegar a nada serio conmigo, todo indicaba que quería que fuera su banco, nada más. Así que mi intención es hacer un detector para que otros chicos no caigan en esas redes.
Afortunadamente no todas las mujeres son así, así que espero que no a muchas les caiga la pedrada.
Al conocerte te pregunta qué carro traes.
No es mentira, les juro que esa pregunta me la hizo recién nos conocimos. Digo, no fue lo primero que salió de su boca, pero tampoco era algo que esperaba. Ahí debí de haber sospechado, pero fui un ciego.
Si la invitas a algún lado ni se molesta en intentar pagar.
Me han tocado muchas mujeres que se ofrecen a pagar la cuenta o a dividirla, y la verdad es que se siente padre. Pero también está la otra cara de la moneda, esas chicas que hacen como que la virgen les habla cuando llega la hora de pagar.
Te avienta pedradas de cosas que quiere.
Es un error salir a dar la vuelta a un centro comercial con una chica así, y es que no escucharás otra cosas más que: “Me encantaría un reloj así”, “¡Mira esa bolsa!”, etc. Es decir, puras pedradas para ver si caes y le compras algo.
Sus ex siempre son codos.
Si alguna vez te habla de sus ex novios, todos tendrán algo en común: ¡Son codos! Es decir, que no cumplieron sus caprichos y por eso los botó, justo como a mí.
Antes de un saludo siempre va la frase “¿A dónde me vas a invitar hoy?”
Lo normal, o al menos lo que espero yo, es que se interesen por tu día, que haya una platica previa antes de decidir entre los dos a donde ir a pasear. Pero ella lo primerito que me preguntaba cuando la veía o cuando le hablaba por teléfono era: ¿A dónde me vas a llevar hoy? Ya me sentía su chofer.
Siempre piden lo más caro del menú.
Ya sea que vayan a un bar o a un restaurante, siempre buscará lo más caro aunque no sepa qué es, y esto lo hace porque cree que así se ve de nivel. Y claro, que no le importa porque no pagará ella.
No conciben usar ropa o accesorios que no sean de “marca”.
Sus platicas siempre terminan girando en torno a un mismo tema: “Las marcas”. Parece que ya es una obsesión, que su amiga se compró esto, que vio aquello, que ya va salir tal cosa, etc. Si te atreves a decirle que tú viste uno muy parecido pero mucho más barato, te verá como si la hubieras insultado.
No existo si ando pobre.
Ésta es una triste realidad. Al final de quincena la mayoría de los mortales andamos con la cartera rota, pero esto no quiere decir que no tengamos ganas ver a nuestra chica. Así que planeamos algo económico, como ver películas en casa, algo romántico y tranquilo. Pero ellas jamás aceptarán esta propuesta. Si el plan no es salir y gastar, eres invisible.
Tienen una relación más seria con el auto que conmigo.
Un día tuve que llevar el carro a que le hicieran su servicio, pero a mí eso no me impide ir a ver a la chica que me interesa. Ella vivía muy cerca y la llame para saber si estaba en casa y pasar a darle un beso. Pero cuando le dije que el carro estaba en el taller se inventó tremendo pretexto para no verme.
Jamás recibes algo de ellas.
Los chicos también necesitamos y merecemos cariños, consentimiento y un detalle de vez en cuando. No somos de piedra, pero con este tipo de mujeres jamás recibes ni un “gracias”.
Se siente millonaria.
Esto es lo peor de lo peor. Estas mujeres se sienten de la alta sociedad, pero en realidad están más fregadas que tú.
Mide a las personas según lo que lleven encima.
Ellas creen que el valor de una persona se puede medir en base a la ropa y accesorios que lleve encima. Es casi como sumar el precio de cada prenda y sacar un total. ¡Es horrible!
Así que decidí abandonar la misión y seguir con la búsqueda de mi media naranja.
Si la ven por ahí, avísenme.