10 cosas que hacen las parejas perfectas

1. Se parecen

Empiezan a vestirse parecido, usar las mismas palabras y hasta tener el mismo tonito al hablar. Más que novios, parecen clones.

2. El chisme es su lenguaje del amor

Se mandan audios de 8 minutos para contar lo que pasó con la excompañera de prepa que ahora vende las cosas de su ex marido. Y los dos están igual de entretenidos en el chisme

3. Dicen “te amo” como quien respira

No necesitan motivo especial. Se lo dicen diario, aunque estén peleados, aunque estén en la fila del Oxxo o viendo TikTok. Les nace, punto.

4. Ríen con los mismos memes ridículos

Si no se ríen del mismo meme de perritos con texto depresivo… ¿de qué se están riendo entonces? El humor en pareja es cosa seria.

5. Se aguantan los ronquidos y las patadas nocturnas

No hay paz más verdadera que seguir queriendo a alguien después de haber dormido con él roncando como camionero poseído por un tractor.

6. Aceptan los dramas existenciales a deshoras

“¿Sientes que todo esto es una simulación?” – pregunta seria a las 3:12 am. El otro responde con amor, en vez de decir “duérmete ya”. Eso es amor real.

7. Siempre hay uno que cocina rico y el otro lo admira

Uno de los dos sabe preparar algo épico (aunque sea cereal) y el otro se siente afortunado cada vez que toca cena casera.

8. Se cuidan cuando el otro se enferma (y hasta disfrutan apapachar)

Le preparan su caldito, le recuerdan tomar medicina y se quedan viendo series solo por acompañarlo. Y ni se quejan. Bueno, poquito, pero con amor.

9. Tienen palabras clave, frases tontas y chistes internos

Una palabra rara que solo ellos entienden puede decir más que 10 poemas de Neruda. Tienen su propio idioma, y eso los hace únicos.

10. No compiten, se impulsan

Se celebran las metas, los avances y hasta los errores. Se motivan. No hay envidia, solo apoyo mutuo. Son socios emocionales con contrato de amor y cláusula de “no me sueltes aunque me ponga intensa”.

Así que si ya encontraste a alguien con quien reírte, chismear, sobrevivir a la gripa y planear un futuro: no lo sueltes. Ni para rascarte y si todavía no lo encuentras… tranqui, primero aprende a reírte sola, porque el amor propio también ronca pero no deja la tapa del baño arriba