El mundo no está hecho para mujeres con pies grandes. Las chicas con pies pequeños jamás lograrán entender la tragedia que nosotras tenemos que vivir día a día. No es fácil pero aún así tenemos que acostumbrarnos a todo esto.
Los zapatos más lindos nunca están en tu talla
Cada vez que vas a comprar zapatos alberga en ti la esperanza de encontrar un par hermoso en tu talla. Pero la realidad es que recorres todas las zapaterías y ninguna tiene ese hermoso par en tu tamaño.
Tienes que comprar calcetines de hombre
Los calcetines de mujeres que supuestamente son unitalla jamás te quedan bien, así que has aprendido a encontrar tu talla en la zona masculina.
Tus huellas en la arena parecen las de pie grande
Ni la playa te deja tranquila, y es que tus huellas parecen las de pie grande. Tu único consuelo es que el mar se las llevará para siempre.
Los escalones pequeños son el demonio mismo
Deberían contratar a personas con pies grandes para que hagan escalones reales. Siempre de estas cayendo o tropezando, tu pie jamás cabe en ellos. Tienes que bajar de puntitas o de ladito.
Te rendiste y compras tennis de hombre
Amas los zapatos unisex, y es que sólo en ellos encuentras tu talla. Ya ni pierdes tu tiempo con los tennis de mujer, parece que los hacen para pequeños duendes.
Los zapatos abiertos no son opción
Jamás te ajustan bien, si logras meterlo, que eso sería toda una victoria, tus dedos siempre terminan saliendose aunque sea un poco.
Si tus amigas se prueban tus zapatos parecerán tus hijas
Tus amigas siempre se están burlando del tamaño de tus pies, comparan los suyos con los tuyos y se prueban tus zapatos como si fueran niñas jugando con los tacones de mamá.
La peor pregunta que alguien te puede hacer es: ¿de qué número calzas?
Si mientes, obviamente no te creen y quedas peor. Pero si dices la verdad siempre escucharas frases como: ¿es en serio? ¿cómo le haces para conseguir zapatos? pobre de ti, etc.
No puedes usar zapatos puntiagudos
Los tienes prohibidísimos, y es que tus pies lucen todavía más grandes en ellos y es lo que menos deseas en este mundo.
Sabes que si tu fueras un personaje de Disney serías la hermanastra de Cenicienta
Recuerdan la parte en donde llegan a probarle la zapatilla de cristal a las hermanastras, bueno pues tú sabes que no serías cenicienta sino la hermanastra a la que no le entra ni en los dedos.