¡AGÁRRATE, DIVA DE GAFETE Y OJERA CORPORATIVA! porque aquí te va una guía para todas las que han querido renunciar, pero siguen ahí por el IMSS, el cafecito y el miedo.
Hoy te voy a hablar de cómo, cuándo y por qué RENUNCIAR A TU TRABAJO SIN ACABAR EN TERAPIA INTENSIVA (y unos tips para conseguir trabajo rápido o tener un ingreso extra)
1. Motivos válidos para renunciar (y no, no necesitas que sea una tragedia)
- Ya no aprendes nada nuevo, ni viendo el tutorial de la cafetera
- Te pagan con “gracias” y una dotación de estrés
- Te levantas con ganas de llorar (y no es por tu ex, es por la junta de las 9)
- Tu jefa se comunica por indirectas y mails pasivo-agresivos
- Sientes que podrías ser feliz si simplemente… no tuvieras que ir
- Llevas meses diciendo “ya casi” pero no te atreves porque “qué tal si no consigo otra cosa”
Spoiler: sí puedes conseguir otra cosa. Lo que no puedes conseguir es otra salud mental.
2. ¿Estás lista para renunciar? Haz este test brutal de 4 preguntas (sin llorar):
- ¿Te pagan lo suficiente como para sacrificar tu paz interior?
- ¿Hay forma real de crecer ahí dentro o ya llegaste al tope emocional y salarial?
- ¿Si te ofrecieran otro trabajo mañana, te irías sin pensarlo?
- ¿Te imaginas ahí en un año y no te dan ganas de correr al mar con una piedra atada al pie?
Si dijiste “NO”, “NO”, “SÍ” y “ME DA AMSIEDAD”…
ya sabes lo que tienes que hacer.
3. Formas de renunciar (sin quedar como la histérica de RH)
A. La elegante pero tajante:
“Gracias por la oportunidad. Aprendí mucho.
Pero ahora quiero enfocarme en nuevos retos.
Mi dignidad y yo nos vamos el 30, sin falta.”
B. La educada pero con filo:
“Creo que ya no estoy en un espacio donde pueda crecer profesional ni emocionalmente.
Y prefiero cerrar el ciclo con respeto antes de quedarme por miedo.”
C. La honesta y liberadora:
“No me alcanza ni para el tinte, no tengo paz y estoy agotada.
Mi hora ha llegado. Aquí termina la novela.”
Y NUNCA JAMÁS:
Renuncies sin dejar todo por escrito.
Correo formal, copia a RH, fecha, hora, hasta captura de pantalla si hace falta.
4. Formas de ganar dinero sin volver a poner “excel intermedio” en tu CV
- Freelancear lo que ya sabes hacer:
Diseño, edición, uñas, traducción, astrología, chismes estructurados en PDF…
- Vender lo que haces con flow:
Postres, planners, clases, cursos, hasta tus outfits si tienes buen gusto
- Crear contenido (con intención):
TikTok, Instagram, Etsy, Only— digo, manualidades bonitas
- Cuidar lo que otros no quieren cuidar:
Perros, niños, plantas, traumas ajenos (pero cobra)
- Aprender algo rápido y rentable:
Uñas, extensiones, pestañas, edición, fotografía, finanzas básicas
(Sí, hay cursos en YouTube. Gratis. Con musiquita de fondo y todo.)
5. Antes de renunciar, haz este mini-checklist de sobrevivencia
- ¿Tienes al menos 1 mes de renta ahorrado? (idealmente 3, pero bueno…)
- ¿Ya tienes tu CV actualizado y LinkedIn menos triste?
- ¿Estás dispuesta a vender tus servicios sin sentir culpa?
- ¿Tienes bloqueador emocional para los comentarios tipo: “¿pero cómo vas a dejar un trabajo estable?”?
Si sí: dale.
Si no: arma el plan de fuga mientras sonríes en la junta como actriz de telenovela mal pagada.
6. Y si no puedes renunciar aún… planéalo como si estuvieras organizando una fuga carcelaria
Haz tu Excel de ahorros.
Guarda tus recibos.
Manda tu CV por las noches.
Haz networking en silencio.
Hazlo por ti, no por la empresa que ya ni te felicita el cumpleaños.
Renunciar no es rendirse, es decir: “Aquí no es. Aquí me apagan. Aquí ya no florezco.” No necesitas el plan perfecto, solo tener claro que tu paz no se cambia por un sueldo que apenas paga el Uber y la terapia.
Y si alguien te dice que estás loca…
Recuérdales que hay quienes siguen en relaciones tóxicas con Excel y lo llaman estabilidad. Tú no.
Tú viniste a brillar, no a apagar incendios ajenos por un bono de 500 pesos.