No me dejarás mentir al decir que siempre andamos pensando qué regalarle a los demás, buscamos que sea algo especial y nos emociona comprar cosas para otras personas, pero cuando se trata de comprar algo para nosotras mismas o de consentirnos, la cosa cambia. Lo dejamos para luego, escatimamos, no le damos la importancia que requiere o hasta creemos no merecerlo y nos sentimos culpables.
¡No más! Tú debes ser tu prioridad, tú lo mereces, eres importante y pensar en ti no tiene por qué generarte culpa, así que ve planeando estos regalitos que tú misma te darás.
Un diario
Un diario es un regalo de amor propio, tener un lugar en donde depositar lo que sientes y piensas te ayudará muchísimo, te ayudará a conocerte y a tener perspectiva ante los problemas de la vida.
Juguetito íntimo
Toda mujer debería tener un juguete íntimo. Conocer tu cuerpo es esencial para tu seguridad, amor propio y placer personal. Deshacerte de prejuicios, miedos y culpas absurdas te hará libre y feliz.
Curso o libro de amor propio
Invertir en ti es lo mejor que puedas hacer, ya sea un curso de amor propio, un libro de superación personal y/o terapia.
Mini waflera
Para consentirte por las mañanas o en los momentos de antojo. Puedes hacerlo normales o saludables.
Tu carrito de compras
Yo sé que por ahí tienes un carrito lleno de cosas que quieres comprar pero no te animas, ¡hazlo! te lo mereces.
Cepillo exfoliador
Exfoliar tu cuerpo no sólo te ayuda a deshacerte de piel muerta, te ayuda a mejorar tu circulación y tu salud. Adquiere uno y consiente tu cuerpecito.
Esos zapatos que anhelas
Yo sé que desde hace un rato le echaste ojo a unos zapatos que quieres pero te da culpa comprar. ¡Al diablo la culpa!
Cambio de look
Regálate ese cambio de look que tanto quieres, hazlo con un verdadero profesional.
Caja de Chocolates
Comparte esa caja enorme de chocolates que deseas y cómetelos sin culpa.
Parches para tus bubis
Aunque no los uses muy seguido, los vas a usar, y agradecerás tenerlos. Además si ya los tienes, te animarás a usar ropa que antes no te animabas a usar porque no los tenías.