Ya sé lo que están pensando: “¿Qué clase de persona puede odiar a tan tiernas criaturas?
Creo que muy en el fondo todos hemos pensado esto:
1. ¿Qué son?. Me causa mucha frustración no saber si son cápsulas, papas o pepinillos pintados de amarillo.
2. ¿Por qué algunos tienen un ojo y otros dos?
3. No puedo ir al cine estos días porque está lleno de niños.
4. ¿Son amarillos porque sólo comen bananas?
5. ¿Por qué diablos no hay minions mujeres? ¿A caso son machistas?
6. Mi Facebook está invadido por ellos. Ya todo lo veo amarillo.
7. El 90% del tiempo no entiendo qué están diciendo.
8. Por más que intente no podré hacerme minions en las uñas, ya que siempre terminarán pareciendo habas aplastadas.
9. Odio que la gente adulta se obsesione con ellos. ¡Entiendan que no se ven tiernos!
10. Los odio tanto que creo que estoy empezando a amarlos, y eso me hace odiarlos aún más.