Manelyk jamás ha sido de esas mujeres que pasan mil veces por el cirujano y aunque se les note a kilómetros los arreglitos, los niegan a capa y espada como si hubiera algo malo con las procedimientos estéticos o como si alguien fuera a creerles la mentira.
Ella siempre ha sido muy abierta en cuanto a sus operaciones e incluso anima a las mujeres a mejorar aspectos de su físico que les causen algún complejo. Así que cuando presumió su bikinazo y la cicatriz de su aumento de bubis fue la protagonista, ella ni se inmutó.
Así tendríamos que ser chicas, sin penas ni tapujos.