Si pensabas que Halloween era ponerse unas orejitas y decir “soy un gato”, prepárate para sentirte subvestida. Este año, el Halloween de Sephora fue menos fiesta y más pasarela del apocalipsis con brillo. Aquí los looks que rompieron, confundieron y fascinaron todo al mismo tiempo.
Las gemelas del Overlook
Las gemelas más perturbadoras desde “El Resplandor”, pero versión fashionista. Coordinadas, frías y con la misma cara de “te vamos a sacar del chat, pero primero un selfie”. No sabemos si dan más miedo o envidia por lo sincronizadas que van.
El circo del caos (literal)
Ella llegó como si Lady Gaga y un payaso glam se hubieran fusionado con un árbol de Navidad de Las Vegas. Él, en cambio, venía en modo maestro de ceremonias recién salido de un sueño psicodélico. Juntos son la pareja que claramente entendió el concepto: extra o nada.

Muñeco labubu
El disfraz que dice “soy preciosa, pero probablemente te arranque el alma mientras duermes”. Verde menta, lentejuelas y trauma infantil. Perfecto para quien quiere brillar y aterrar al mismo tiempo.

El demonio más fabuloso del inframundo
Rojo, peludo y con garras de langosta. Ni los de Las Chicas Superpoderosas se atrevieron a tanto. Este look dice “soy el mal” pero con pestañas postizas y contour perfecto.


Oso de peluche maldito
Nada más escalofriante que un oso gigante azul que sonríe como si supiera tus peores secretos. Inquietante, adorable y ligeramente perturbador: el disfraz que te haría cruzar la calle si lo ves de noche.

Marilyn versión millennial
El clásico Diamonds Are a Girl’s Best Friend, pero versión “me pagué yo misma las joyas”. Una Barbie de los 50’s con actitud de it girl del 2025. Si el feminismo tuviera lentejuelas, sería este disfraz.






Halloween en Sephora no fue una fiesta, fue un episodio de Black Mirror con presupuesto de fashion week. Cada look fue una historia, cada disfraz un drama visual, y cada asistente una declaración de estilo y demencia.