¿Qué haríamos sin las ocurrencias de los Godínez? Sin duda alguna la Navidad no sería la misma sin las decoraciones de oficina que salieron directamente de los corazones emocionados de los oficinistas. Si eres uno de ellos seguro te identificarás.
No puede faltar el árbol de Navidad en el comedor comunitario.
Algo deprimente, pero un árbol es un árbol. O_o
Un Godínez lleno de espíritu navideño cubre hasta los rincones más olvidados de la oficina.
La pobreza está dura, peo se hace el intento.
Un Godínez sabe que cualquier planta es un árbol de Navidad en potencia.
Porque todo, absolutamente todo se puede convertir en adorno Navideño.
Los post -it son su aliado número uno.
Lo que vale es la intención. ¿Cierto?
La creatividad vaya que es su fuerte.
En un escritorio Godínez no puede faltar el mini árbol de Navidad.
El chiste es adornar el cubículo.
La hermandad se respira en toda la oficina en estas épocas.
Para no extrañar casa en esos días de jornadas extra.
No podía faltar el Starbucks en la oficina de un Godínez, también se convierten en vehículos de buenos mensajes.
¿Qué importa si no ves bien la computadora?
El papel para envolver es el tapiz perfecto para los cajones.
No eres un buen Godínez si en la oficina donde imprimes o sacas copias, no hay un arbolito como éste.
Siempre hay Godínez con más espíritu que otros.
Los intercambios de regalos entre compañeros de trabajos son ya una tradición, casi siempre son de tazas para el café. “¿Cómo supiste que quería justo ésta?”
El papel imitación ladrillo es el más buscado.
Siempre hay un cubículo más adornado que el taller de Santa.
La fiebre navideña hace que algunos Godínez enloquezcan y adornen hasta a los compañeros más vulnerables.
Y así es como luce una buena oficina Godínez.