No es por sentirme la última Coca del desierto o algo similar, pero desde siempre me he caracterizado por analizar y pensar más las cosas a comparación del promedio de la demás gente (mínimo más que la mayoría de mis amigas y familia) y estoy 100% segura que habrá muchas de ustedes que me entenderán y que se identifiquen con los siguientes puntos, seguro les han pasado.
Sabes lo que pasará, antes de que suceda
Así es, tan sólo con analizar una situación puedes sacar una conclusión y cual vidente, puedes predecir con toda seguridad qué sucederá si alguien toma una u otra decisión.
Sientes que tus amigos no valoran los consejos que les das
Aunque siempre pase lo que les habías dicho, ellos parecen no escucharte y le hacen caso a todos menos a ti. A veces me he quedado pensando en que posiblemente las personas como nosotras, siempre decimos la verdad aunque ellos no la quieran escuchar y las demás personas sólo les dicen lo que quieren oír.
Duermes menos y prefieres la madrugada
Algo sucede con nosotras, que durante la madrugada se nos activa toda la creatividad. Además de que nos encanta porque nos hace sentir paz y nos permite estar a solas con nuestros pensamientos ¿a poco no te sucede?
Aunque puedes socializar con todos, a muy pocas personas puedes convertir en amigos
Si vas a una fiesta no te causa problema platicar con todos, reír, etc… Pero cuando se trata de agregar a personas en tu vida, ¡Ahí sí eres muy especial!
Te cuesta más trabajo darle el “sí” a alguien
A comparación de muchas personas que comienzan relaciones sólo porque se “gustan”, a las chicas como nosotras nos cuesta más trabajo aceptar ser novia de alguien ya que nos ponemos a pensar un montón de cosas que son básicas para podernos identificar y ver si en verdad vale la pena invertir nuestro tiempo en él o ella.
Comúnmente nos interesan chicos que tengan cosas muy similares a nosotras, por lo tanto no creemos en ese dicho de “polos opuestos se atraen”.
Sabes cuando alguien no te está entendiendo y sólo mueve la cabeza para no verse tonto
¡Argh! Me desespera tanto esa gente que le explicas algo y sabes que dentro de su cabeza están pensando: “Tú agita la cabeza y sonríe como si entendieras de lo que está hablando”.
No entiendo por qué si no entienden, no te lo dicen ¡y ya! Sería más fácil que hacernos perder el tiempo tratando de explicar algo.
Escribes y borras, y vuelves a escribir pensamientos en Facebook
Hay veces en las que necesitas expresar tus pensamientos, pero te arrepientes de publicarlos una vez que terminas ya que sabes nadie lo entenderá… y así sucesivamente.
La mayoría de veces terminas por no publicarlos para evitar que todos hagan un drama y estar recibiendo notificaciones y aclarando lo que querías decir.
Hay veces que te dan ganas de golpear en la cabeza a los que opinan de temas que no saben
Si no sabemos de algún tema, nosotras investigamos y nos informamos, ¡sólo así nos atrevemos a opinar! Es por eso que odiamos a las personas que se atreven a opinar lo mismo que todos sin haberse informado antes.
Lo peor de todo es que repiten lo mismo como borregos y se sienten muy “intelectuales” por unirse a una plática que a kilómetros se nota, no entienden.
Te gusta prevenir
Un ejemplo:
Si piensas salir a otro país, te informas días antes en cosas como la cultura, comida, lugares de interés, costumbres, hasta en qué compañías telefónicas hay para comprar un chip y así poder tener internet y no estar incomunicada.
Todo esto para que tu viaje sea más agradable y aprovechar al máximo todo y no tener que estar estresada sin saber qué hacer en ese momento.
“Te preocupas mucho”… déjate llevar. Es la peor consejo que te puedan dar
Cada quien su vida…