Cuando te conviertes en el papá de una niña tu lado femenino despierta al 100%, tus sentimientos y emociones estarán a flor de piel durante el resto de tu vida, y no podrás evitar pensar en que no quieres que estas cosas lleguen jamás.
1. El día que por un berrinche te diga “Te odio”.
Ver cómo crece poco a poco, tener que volverte un poco más estricto para guiarla por un buen camino y que en un arranque mencione eso que tú jamás pensaste que saldría de su boca: “Te odio”. Aunque sabes que no es cierto y que se le pasará, te destroza en lo más profundo de tu ser.
2. Que se convierta en señorita.
Al saber que oficialmente ya no es una niña, las preocupaciones te invadirán por los próximos 15 años, pues sabes que se está convirtiendo en una hermosa mujer y los buitres abundan.
3. Que prefiera pasar tiempo con sus amigos en vez de ti.
Sabes que es normal que comience a hacer su vida, pero jamás te acostumbras a su distanciamiento, tan sólo te quedas con el consuelo que ella regresará cuando sea más madura.
4. Que le de pena que la beses en público.
Es y será para siempre tu muñeca, añoras esos días en la que la llenabas de besos y abrazos y ella hacia lo mismo, pero cuando esto comienza a darle pena un pedazo de tu corazón se va para siempre.
5. El día que traiga a su primer novio a la casa.
Desde el día en que nació le temes a este momento. Quieres asesinar a este tipejo que se dice su novio. Sin embargo es más tu amor por ella que sólo puedes sonreír mientras lloras por dentro.
6. Saber que su vida sexual ha comenzado.
Aunque no quieras aceptarlo, ese momento llegará. Lo más seguro es que no lo anuncie con platillo y bombo, pero tú lo sabrás y te preocuparás aún más. Querrás asesinar a todos los hombres del planeta con tal de mantenerla a salvo.
7. Darte cuenta que ya no te necesita como antes.
Se está convirtiendo en una mujer independiente, eso es lo que siempre quisiste pero jamás te imaginaste que dolería tanto. Sin embargo sabes que algún día te llamará diciendo: “Papá puedes venir a ayudarme a instalar esto porque no puedo”, y tu sonrisa volverá.
8. Que un individuo llegue a pedir su mano.
Le has puesto mil velas a todos los santos para retrasar este momento lo más que se pueda, pero sabes que aún así llegará. Querrás decirle a ese tipo que no, pero te tragarás tu impotencia pues la sonrisa de tu muñeca te vencerá.
9. El día de su boda.
Te dirás a ti mismo mil veces que no harás el oso y no llorarás, pero la verdad es que al verla vestida de blanco todas tus defensas se derrumbarán y llorarás como el día en que la sostuviste en tus brazos por primera vez.
10. Volverte viejo y saber que pronto la dejarás.
La has visto crecer, madurar y emprender el vuelo para construir su propia vida. Sabes que has hecho un buen trabajo y que llegará el momento en el que la dejes para siempre, pero aún así te irás feliz, pues tu muñeca también lo es.