Los veintitantos son sin duda alguna una de las mejores etapas que tendrás en la vida. Es el momento en que encuentras tu camino. Una etapa llena de experiencias y aventuras que definirán tu destino. Es el momento de experimentar y hacer todo lo que se te ocurra, sin embargo hay unas cositas que deberías ir dejando de lado.
Dejar las obsesiones con los famosos.
Cuando eres adolescente es normal tener amores platónicos y obsesionarte con cuánto famoso se te ponga enfrente. Pero cuanto llegas a tus veintitantos ya no luce tan “cute”. Obviamente siempre tendrás a tus favoritos, pero que tu habitación siga llena de posters, luce bastante inmaduro.
Depender por completo de papás.
Ya no eres más una niña, y muchos de tus gastos ya deberían empezar a correr por tu cuenta. Por ejemplo tu ropa, la cuenta del celular y tus salidas con las amigas. Ten en cuenta que después de los 25 es el momento ideal para independizarte por completo.
Berrinches.
Si vives con tus padres estás obligada a seguir sus reglas. Si no te dejan ir de vacaciones con tu amiga, un berrinche no es la opción o parecerás una niña malcriada y sólo les darás más razones para no dejarte ir.
Es momento de resolver los problemas hablando y defendiendo tu punto de vista.
Poner tu nombre en Facebook.
Seguir siendo en Facebook “PrInCCeSzZsita” o ponerte el apellido de tu amor platónico, ya no se ve bien. ¡A cambiarlo por tu nombre real!
Dejar de agregar extraños.
Tener 500 contactos por sentirte popular, pero sólo conocer a 100, es muy de adolescentes.
Tirarte para que te levanten.
Con esto me refiero a echar drama en las redes sociales. Por ejemplo, decir que te sientes gorda o que hoy despertaste realmente espantosa. Con el único objetivo de recibir comentarios halagadores.
Es momento de que tu autoestima dependa de ti y no de los demás.
No ser nosotras mismas.
No importa que edad tengas, siempre estarás aprendiendo cosas de ti. Pero cuando eres una veinteañera ya al menos tienes una idea de quién eres, y tratar de ser alguien más para agradarle a los demás, te está desviando del camino.
Seguir creyendo que el chico malo es opción.
Todas hemos tenido un crush con un chico malo, pero también hemos aprendido que no se saca nada bueno de eso. Experimentarlo es casi obligatorio, pero quedarte con el patrón de por vida no es sano.
Descuidar tu alimentación.
Tu metabolismo poco a poco se irá alentando. Si antes comías y comías y no engordabas, prepárate porque va a suceder tarde o temprano. Así que cuidar tu alimentación te hará ver linda y te mantendrá sana. ¡Cuida tu cuerpo!
Que el sexo te siga causando pena.
El sexo no debería ser tabú ni causar pena a ninguna edad. Pero a tus veintitantos es inaceptable. Es un mundo en el que hay que sumergirse para experimentar, disfrutar y aprender.
