Comer por ansiedad es algo cada vez más común, esta se caracteriza porque la persona que la padece siente una gran necesidad de comer, esta aparece de forma impulsiva e incontrolada. La persona siente que necesita comer, aunque realmente no tenga hambre, para poder satisfacer ‘algo’ que le está perturbando.
Pero la gran pregunta es: ¿Cómo distinguir el hambre normal del hambre emocional? Aquí mero te lo explico.
Hambre real
- Aparece de forma gradual
- Es un hambre fisiológica, nuestro cuerpo necesita satisfacer sus necesidades
- Se siente en el estómago
- No tienes predilección por ningún alimento determinado
- Se deja de comer cuando se está satisfecho
- No genera culpabilidad
- Puede esperar
Hambre emocional
- Aparece de golpe
- Se debe a una alteración emocional que crea ansiedad
- Se siente entre la garganta y el pecho
- Se te antoja un alimento en particular
- Se sigue comiendo aún estando satisfecho (atracón)
- Aparece sentimiento de culpabilidad
- Debe satisfacerse en el momento
Algunas estrategias para disminuir el hambre emocional son:
- Identifica qué tipo de hambre tienes
- Identifica qué te la está detonando
- Aprende a reconocer tus emociones
- Practica ejercicio
- Bebe agua
- Come con calma
- Descansa, duerme bien
- Evita hacer dietas
- Pide ayuda profesional