Mar De Regil, aburrida como muchas de nosotras y sin encontrar nada más qué hacer, decidió que sería buena idea cambiar de look durante la cuerentena, pero a falta de salones de belleza abiertos, recurrió a unas tijeras y a las dudosas habilidades de su mamá para hacerlo.
Bárbara comenzó a cortarle el cabello así como Dios le dio a entender, y aunque todo parecía totalmente perdido (si no lo vieron denle click AQUÍ ), el resultado final quedó bastante bien y el susto de un inicio desapareció de los ojos de Mar.
Así le quedó…