Muchas personas tienen el sueño de convertirse en famosos, tener una vida extravagante, ser reconocidos en la calle y ser invitados a fiestas exclusivas. Y aunque esto no tiene nada de malo, la verdad es que a mí no me gustaría.
A continuación mis razones:
Adiós a mi vida privada.
Hacer cualquier tarea de tu vida diaria se convierte en todo un show, si quiero privacidad porque me enteré de una mala noticia, mi novio me terminó o me peleé con alguna amiga, los sitios de noticias comienzan a inventar toda una historia que puede hacer el problema aún más grande.
Sería difícil saber quién es verdaderamente tu amigo.
Por ser una celebridad todas las personas quieren estar cerca de ti y ser tus “amigos”. El problema está en que muchos de ellos quieren estar contigo por conveniencia y en cualquier momento, cuando menos lo esperes, te apuñalarán por la espalda.
Los medios me bajarían el autoestima.
Si no traigo maquillaje, si subo 2 kilos, si no me peino, etc. Los paparazzis siempre estarán dispuestos a publicar las fotos más horribles y hacerme pedazos sin importarles mi autoestima. Y aunque todos dicen que no les importa, la verdad es que yo podría quedar destrozada. Prefiero no ser famosa y no preocuparme por las críticas.
Viviría estresada si no hablaran de mí en las revistas.
La fama se vuelve una adicción y en el momento en el que te das cuenta que ningún medio habla de ti, sientes que tu carrera se va a terminar.
Odiaría firmar autógrafos y siempre tener que estar de buenas con los fans.
Yo no tengo mucha paciencia para tratar con personas, así que posiblemente sería muy grosera con mis fans. Lo acepto.
Si no estás hecha un hueso, todos te critican.
Odiaría que me dijeran que estoy muy gorda aunque esté en mi peso ideal, y todo con tal de posar para una revista. Sería terrible ver cómo photoshopean mi cuerpo para hacerme lucir “perfecta”.
Debería tener cuidado de lo que publico en Twitter.
Si no eres famosa, no importa que pongas cualquier tontería, falta de ortografía o tu verdadera forma de pensar en tus redes sociales. Pero si eres famosa y cometes un fail o escribes algo polémico, todo el mundo se siente con el derecho de juzgarte y decirte cosas terribles. ¡No me gustaría!
No podría tener una relación sentimental estable.
Lamentablemente el mundo del espectáculo es muy superficial, y poder llevar una relación seria con alguien a veces es simplemente imposible. Nunca falta la gente que inventa rumores y que terminan por destruir hasta las mejores relaciones.
Tener acosadores no es lo mío.
Imagina saber que alguien está tan obsesionado contigo que incluso planea matarse o matarte si no te casas con él. ¡Qué miedo!
Odio ponerme vestidos, no conozco nada sobre diseñadores y jamás uso maquillaje.
Ser invitada a fiestas en donde tengo que ir forzosamente con un vestido de diseñador, tacones y mil kilos de maquillaje en mi cara, no sería lo mío. Prefiero evitarme todo ese falso “glamour” y ser quien en verdad soy. ¡Amo vivir con mis jeans, tenis y peinado de cola de caballo!
