Tengo que confesar que aún no estoy muy segura de tener hijos algún día, pero estas imágenes además de hacerme reír, me han hecho querer pedir dos hijos para llevar comiendo. Jajaja
Parece que ser mamá no es tan malo después de todo.
Puedes divertirte sin que ellos sepan qué está pasando realmente.
Sus berrinches te estresarán, claro está, pero a veces no podrás evitar morir de risa.
Aparentemente viven en un mundo paralelo y tú sin quererlo quedas atrapado en él.
Puedes disfrazarlos de maneras muy graciosas antes de que puedan darse cuenta cuán cruel eres.
No importa si se te cae comida encima de ellos, no tienen demasiado gérmenes.
Puedes hacer cosas de las que te burlarás luego: “Me hice popo en la bañera y papá tuvo que limpiarlo. Con este cartel le doy permiso de usar esto en mi anuario escolar”.
Amarás la cantidad de caras que pueden hacer.
¿Quién dice que una vez que seas papá no tendrás tiempo ni para comer? ¡Son excelentes mesas!
Todo valdrá la pena por sus ocurrencias: ” Mi hija se enojó conmigo cuando no la dejé jugar con mi teléfono durante la cena. Ésta fue su manera de expresar su enojo”.
Ellos jamás te dirán que no cuando tratas de hacer algo gracioso.
Tienes la posibilidad de tener un pequeño panda en casa.
Un día malo desaparece en el momento en que te besan.
Su inocencia es encantadora.
Te darán muchos celos, pero te gustará ver el tipo de persona en la que se están convirtiendo: “Mi hijo me preguntó si podía llevarlo a ver a su novia, pero primero me hizo parar para comprar flores”.
Jamás volverás a sufrir si se te acaba el papel de baño.
Saben lo importante que es el control remoto.
Tu look mejorará muchísimo.
No le temen a hacer el ridículo.
Te enseñan a ser mejor persona: “Vendí mis animales de peluche, así animales reales tendrán mejores cuidados. Obtuve $40 para ustedes”.
Jugar con ellos te matará de risa.
Y las cartas de amor que te harán son insuperables. “Amo a mi mamá más que a una vaca”.