Esto es lo que venía en todas las bolsitas de dulces en los 90’s

Aunque no lo creas, los dulces también van dejando una huella en todas las generaciones. Si tú viviste tu infancia en los 90’s, no me dejarás mentir que esto era lo que traían adentro todas (o la mayoría) de las bolsitas de dulces.

Gomitas.

Ni creas que venían empaquetadas o algo por el estilo. Nada más las aventaban ahí en la bolsita con todos los dulces, así que tu bolsa terminaba llena de azúcar por todos lados.

gomitas uva naranja

Paletas Tutsi Mini.

No me dejarán mentir, de éstas venían una 2 o 3. Odiabas con toda tu alma de niño que entre todas esas no te tocara una de uva o chocolate.

tutsi mini

Paletón Corona.

¡Noo! Para mí eran lo peor. Siempre tenían que venir aplastadas. Pero bueno, aún así sabía delicioso, mucho más que la paleta payaso.

1205122678_f

Brinquitos (o dragoncitos).

Un clásico, te emocionaba comerlos y empezar a sentir las burbujas en tu lengua, siempre la sacabas para presumirle a los demás, como si eso no fuera asqueroso.

2190947378_8b3b984a17

Chicles de bola.

Estos también venían aventados entre la bola de dulces, eran los que te comías cuando ya se te había terminado todo lo demás.

bolas_chicle_muralesyvinilos_6214372__monthly_l

Cacahuates.

Los favoritos de mi papá, siempre se los comía él. Yo no sé porque los adultos se empeñaban en poner eso en nuestra bolsita, a ningún niño en su sano juicio le gustaban.

cacahuate

Juguitos.

En las fiestas más pro te ponían un juguito, ya sea en forma de oso como éste o si te iba súper bien un frutsi.

poky

Chiclosos.

Había de muchos tipos, pero lo que nunca comprendí es porque mi mamá odiaba que me los comiera. Si los papás no quieren que comas chiclosos porque se te quedan pegado a los dientes ¿por qué los ponían en las bolsitas?

chiclosos

Bombones.

Cuando eran de los grandes venían sueltos y aventados entre la bola de dulces. Pero cuando eran de los mini, venían en su bolsita individual ¡Siempre fueron mis favoritos!

DBO2P1-BOMBÓN-MINI_1

Dulces de fresa.

Como 8,000 en cada bolsita, siempre terminaba regalándoselos a mis papás de tantos que venían.

Dulces-de-fresa

Bocadín.

El Bocadín es como el Chabelo de los dulces, siempre ha estado ahí y siempre lo estará.

enhanced-buzz-29189-1367015087-41

Fritos rojos.

Era el tesoro de toda la bolsa de dulces, era lo primero que buscabas al abrirla. Y si te tocaban unos de estos te sentías el más afortunado del universo.

kipi

Naranja.

Si la bolsita pesaba, ya sabías por qué era. Y obviamente jamás te la comías.

naranja

Duvalín.

Jamás te venía con la palita. Rogabas que te saliera el de chocolate y no el de fresa.

duvalin

Chicles.

Venían en todas estas presentaciones y todos estaban más duros que una nuez con cáscara y no les duraba el sabor.
motitas

mini canels

Dulces de Soda.

Cómo olvidar el centro que burbujeaba en la boca.

selz

Sugus o Winnies.

Venían por millones y los que más te gustaban siempre eran los de uva.
sugus

Paleta Sandía.

En las fiestas de los ricos venía esta paleta de sandía. En la de los medio ricos, la de elote. Y en la de los pobres, la paleta sandía, pero sin chilito. ¿A poco no?

sandia vero

Mazapán.

Siempre les decíamos mazapanes, pero la verdad es que eran estos. Venían hechos migajas pero eso jamás te detuvo, ya tenías la técnica hasta para lamer la envoltura.

tumblr_lsn03jkxOe1qave0oo1_1280

Tutsi.

Otra de los clásicos. No sé, pero a mí nunca me gustaron. De hecho me gustaba más el comercial donde salía el búho, que la paleta misma.

tutsi-pop

 

Velitas.

Eran completamente deliciosas y nunca sabías cómo comerte la parte de en medio.

velitas dulce

Tamborsitos.

Que en realidad siempre se llamaron tamborines, pero por alguna extraña cosa de la vida se deformaron a tamborsitos. Eran de los dulces más preciados.

tamborines

Pulparindo.

Todos, pero absolutamente todos, primero lamíamos el azúcar glass que tenía encima y luego nos comíamos el tamarindo.

puparindo

 

Gelatina en bolsitas.

De esos dulces extraños que te fascinaban cuando eras niña, pero que hoy ya no se te hacen tan apetecibles.

gelatina en bolsitas

 

Gansito.

A mi jamás me pasó, pero cuenta la leyenda que si te iba muy bien con la bolsita de dulces, podías encontrar dentro el tesoro más grande de un niño: ¡un gansito”.

gansito