Seamos honestas: no todo lo que dice “Navidad” merece estar en tu casa. Hay decoraciones que no dan espíritu navideño, dan tianguis en crisis. Aquí va la lista negra que nadie pidió, pero todas necesitábamos.
El arbolito con luces de TODOS los colores
Rojo, azul, verde, morado… parece antro de los 2000. Si tu árbol parece pista de baile a las 3 a.m., algo salió mal. Menos colores = más elegancia.

Las esferas gigantes con glitter agresivo
No brillan, ATACAN. El glitter se mete en la ropa, en la cara, en el alma. Y además se ven baratas aunque no lo hayan sido. (Parece sarna o tumores de árbol navideño)
Santa Claus inflable tamaño trauma
Ese que se mueve con el viento y parece que te está pidiendo ayuda. No es decoración, es amenaza visual. Nadie quiere eso vigilando la sala.
Muñecos navideños con cara perturbadora
Renos bizcos, duendes con sonrisa forzada, osos que parecen haberlo visto TODO. Si da miedo de noche, no va.
El nacimiento versión plástico fosforescente
El que parece juguete de feria. Colores raros, caras derretidas y cero solemnidad. Más respeto, por favor.
Guirnaldas demasiado tupidas
Cuando ya no se ve la pared, solo una masa verde con cosas colgando. Menos es más, aunque duela aceptarlo.
Decoración con frases cursis en letras brillosas
“Navidad es amor”, “Ho ho ho”, “Believe”. Si parece letrero de papelería motivacional, NO.
Mezclar TODOS los estilos
Rústico + dorado + rojo intenso + plateado + Minnie navideña. Eso no es eclecticismo, es confusión emocional.
Luces parpadeantes modo emergencia
Si parece alarma de coche, no es decoración. La Navidad no debe darte ansiedad visual.
Navidad elegante no es tener mucho, es saber QUÉ no poner.Si dudas si algo se ve horrible… probablemente sí.
Comparte esto con la persona que ya sacó el Santa inflable del clóset. Todavía estamos a tiempo de salvar esa sala.