Hacer dinero con tus amigas puede ser la mejor idea del mundo… o la receta perfecta para perderlas. Pero si saben organizarse, dividir tareas y no pelearse, pueden armar algo chido.
Vender snacks para el antojo
Botanas, dulces enchilosos, frappés, gomitas con chamoy, brownies de dudosa procedencia. Tú cocinas, tu amiga cobra. La tercera hace el diseño. Trío ganador.
Uñas, pestañas, cejas
Una pone las uñas, otra las pestañas, otra cobra y graba todo para el Instagram. Lo que empieza como “hacemos la práctica entre nosotras” puede terminar en “Spa de las Divinas”.
Decoraciones para eventos
Con mil pesos compran globos, mantelitos, guirnaldas y luces. Con dos clientas ya recuperaron la inversión. Y si encima una es buena para tomar fotos, se vuelven virales.
Ropa de segunda con flow
Salen juntas a buscar gangas, lavan, planchan, modelan, suben a Insta o TikTok como si fueran Zara. Y listo. Tienda vintage online, pero con estilo y sin pagar renta.
Cafecito o postres a domicilio
Brownies, galletas, mini pasteles, frappés, avena fancy. Pueden empezar en casa y hacer pedidos por encargo. La clave: que una tenga buena mano y otra buena cámara.
Crear una marca de joyería, pulseras o collares
Pinterest, silicón, piedritas, paciencia y buena vibra. Una hace el diseño, otra vende y la tercera es la que convence a las tías de que es “para protección energética”.
Crear contenido en redes
Se juntan una tarde, hacen sketches, challenges, storytimes de ex tóxicos o ASMR con papas. Si son constantes y graciosas, cae la monetización o mínimo campañas locales.
Reventa de maquillaje o skin care
Compran por mayoreo y hacen kits. O cada una elige una categoría: una pestañas, otra mascarillas, otra labiales. Entre todas se dividen la inversión y comparten clientas.
Organizar baby showers y despedidas
Una organiza juegos, otra decora, otra lleva el pastel. Hay clientas que pagan lo que sea por no mover un dedo. Ahí entras tú y tus amigas.
Club de tareas y regularización
Si alguna estudia, es ñoña o le va bien en mates, que cobre por explicarle a otros. Las demás ayudan con horarios, logística o difusión.
Venta de stickers, planners y papelería cute
Diseñan en Canva o Procreate, imprimen en casa o con impresora barata. En TikTok hay millones que aman esta estética. Si eres una de ellas, aprovecha.
Experiencias para grupos
Organizan picnics, sesiones de fotos, noches de chicas con spa en casa o cine en el patio. Si tú armarías algo así gratis, imagina si te lo pagan.
Venta de velas, jabones o cosas aromáticas
Fáciles de hacer, baratas de producir y muy vendibles si se ven aesthetic. Ideal si una es buena para el marketing y otra para no quemar la cocina.
Terapias alternativas
Si alguna sabe tarot, péndulo, reiki o astrología, las otras la asisten con la logística, agendan sesiones, cobran, graban TikToks tipo “¡Lo que me dijo el tarot me dejó chillando!”.
Estilismo express
Corte de cabello, peinados rápidos, planchados exprés antes de fiestas. Si se organizan, ofrecen combos para XV, bodas, bautizos. Una peina, otra maquilla, otra graba.
Pijamadas temáticas
Arman kits con antifaces, snacks, mascarillas, pelis y decoración. Se lo vendes a mamás que no quieren pensar y niñas que quieren sentirse en Disney Channel.
Club de trueque y ventas
Organizan eventos donde la gente intercambia ropa, libros, accesorios. Ustedes ganan cobrando entrada, vendiendo café o siendo las reinas del negocio.
No todo es risas y ganancias
Si vas a emprender con amigas, ten reglas claras. Que todo quede por escrito. Que todas metan las manos. Que no se peleen por el cambio del Oxxo. Y si se ponen de acuerdo… Pueden pasar de “amigas de la secundaria” a “socias fundadoras de un mini imperio”.
