Una vez tuve un jefe asqueroso. De esos que te ven con cara de “te voy a dar un aumento… Solo si..” (ya te imaginaras) Me seguía por todos lados, se acercaba tanto que casi casi sentía su respiración en la nuca, AHGGG ASCOOO
Y sí, le dije que no. Con cara seria. Con indirectas. Con directas. Con ignorarlo. Nada funcionaba. Sabía perfectamente que si lo enfrentaba de frente, me iba a hacer la vida imposible o me iba a correr… así que hice lo que cualquier chica astuta y harta haría:
Me volví su mejor amiga (actriz del año, gracias)
Le seguí la corriente. Le contaba cosas sin importancia, fingía que me caía bien, y entre ese “compañerismo forzado”, él solito se soltó a hablar de su vida personal. ¡Bingo! Tenía esposa. ¡Y la amaba según él! Claro que sí, campeón.
Lo busqué… pero con mi cuenta fake
Con mi cuenta fake de Instagram (la que uso para ver historias sin que se den cuenta, ya tú sabes), lo empecé a seguir. Le tiré el coqueteo nivel “Ay pero como puedes estar tan guapo y tan solito?”. ¿Y qué creen? Picó.
Me mandó fotos…
El tipo me habló por privado, cayó completito en la trampa. No mandó nudes, pero sí escribió cosas lo suficientemente cochinas como para dejarlo en la lona. Y justo cuando ya tenía material suficiente…
Contacté a la verdadera reina de esa historia: su esposa
Unas capturas bien elegidas, con horarios, nombre completo, no sé qué pasó exactamente en su casa… pero en la oficina, el señor parecía CIEGO Y MUDO JAJAJA… No me volvió a hablar. A ninguna le volvió a hablar.
Y si tú estás viviendo algo similar…
Ninguna mujer debería tener que hacer un plan nivel “Reina del Sur” para sentirse segura en su trabajo, pero si Recursos Humanos no hace nada, si tus jefes lo solapan, si no puedes renunciar aún… aquí van tres pasos reales que sí ayudan:
- Documenta TODO
Capturas, audios, correos, mensajes, horarios. Hazte tu carpeta de FBI. Sin eso, muchas veces nadie te cree. (la idea es tener pruebas por si las cosas escalan, que es muy probable…)
- Díselo claro, una vez
Sin juegos. Con seriedad. Que quede claro que su comportamiento es inapropiado. Sin risa nerviosa. Aunque te tiemble todo por dentro.
- Busca aliados
Ya sea otra compañera, una supervisora, el sindicato, o incluso, si te sientes segura, la mismísima esposa. No estás sola, y si lo está haciendo contigo, seguramente ya lo hizo con alguien más.
Y si nada cambia…
Haz lo que tengas que hacer para irte. Cambia de lugar. Cambia de jefe. Cambia de planeta si hace falta, pero jamás te resignes a vivir con miedo o incomodidad solo porque un señor no sabe lo que significa NO.
Tu seguridad vale más que cualquier sueldo.