La diarrea no discrimina: te agarra en lunes, en tu vacación soñada o justo el día que decidiste usar pantalón blanco. Y ahí estás tú, temblando, sudando frío y preguntándote: “¿qué demonios puedo comer sin descocerme en el intento?”.
Tranquila, te traigo la guía que me hubiera gustado tener en aquel viaje a Acapulco cuando conocí el verdadero poder del estómago vengativo.
1. Arroz blanco
No sabe a nada, pero te agarra de la mano y te dice: “yo te detengo, reina”. Es como ese ex aburrido pero estable. Bendito arroz.
2. Pan tostado
Sin mantequilla, sin aguacate, sin nada. Puro pan triste, seco, que cruje como tu dignidad en estos momentos… jejeje
3. Plátano
El plátano es como el amigo que siempre está ahí para levantarte el ánimo. Tiene potasio, fibra y lo mejor: te da paz intestinal.
4. Manzana rallada
Ni entera, ni con chamoy, ni en pay. Rallada como si fuera quesito para tu pasta. La textura se siente medio rara, pero funciona.
5. Agua, sueros y más agua
Olvídate del café y las caguamas. Aquí tu nueva vida es agua y electrolitos. Vas a sudar más que en un antro, así que repón lo que tu cuerpo expulsa como cascada de Niágara.
6. Pollo hervido (sí, HERVIDO)
Nada de alitas, nada de empanizado. Puro pollo aguadito que parece castigo divino. Pero te mantiene viva, que es lo importante.
Y listo!! con eso poco a poco te sentirás mejor… aunque lo mejor siempre será consultar a tu doctor de cabecera, tqm!
